La coalición liderada por Arabia Saudita prosiguió ayer sus bombardeos contra los rebeldes chiítas hutíes en Yemen, al considerar que siguen representando una amenaza.
Dos días después de que Riad anunciara el final de la campaña aérea, sus aviones volvieron a atacar posiciones rebeldes el miércoles y el jueves.
El martes, el Gobierno saudita anunció el fin de la fase intensiva de los bombardeos iniciada el pasado 26 de marzo, aunque aseguró que su fuerza aérea intervendría si los movimientos rebeldes se tornaban amenazantes. "Cuando los hutíes hagan un movimiento agresivo, responderemos", declaró el miércoles el embajador saudita en Estados Unidos, Adel al Jubeir. "Seguiremos empleando la fuerza para impedirles tomar Yemen con acciones agresivas".
Según él, los hutíes comenzaron a converger hacia Adén (sur) "desde tres zonas distintas", y podrían llegar allí "en unas horas, si no antes".
La segunda ciudad del país vivió una nueva noche de combates entre los hutíes y los partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, que huyó en marzo a Riad ante el avance rebelde, indicaron varios testigos.
La Fundación Bill y Melinda Gates, creada por el fundador de Microsoft, donó 800 mil dólares para los hospitales de Yemen.
Los aviones sauditas atacaron ayer posiciones rebeldes en el noreste de Saná, la capital que cayó en manos de los milicianos chiitas en febrero, así como objetivos en la ciudades de Yarim (centro), Taez (suroeste) y Lahj (sur).
En Dhaleh, también en el sur, los bombardeos arrasaron escuelas y edificios públicos tomados por los rebeldes, indicó Naser Chuabi, jefe local de una unidad paramilitar partidaria de Hadi.
Riad decidió intervenir en Yemen al frente de una coalición de nueve países árabes para detener el avance de los hutíes, respaldados por Teherán, y de sus aliados, los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh.
Estrategia de Riad
Estos nuevos bombardeos suscitan preguntas sobre los motivos que llevaron a Arabia Saudita a anunciar el final de la campaña aérea.
Algunos creen que la decisión se tomó por la creciente presión internacional ante el elevado número de víctimas civiles del conflicto.
Otros sugieren que se podrían haber iniciado unas negociaciones ocultas para hallar una solución política. Riad recibió numerosas críticas por el coste humano de sus bombardeos, como las de la Ong "Human Rights Watch", que pidió ayer una investigación.
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La coalición liderada por Arabia Saudita prosiguió ayer sus bombardeos contra los rebeldes chiítas hutíes en Yemen, al considerar que siguen representando una amenaza.
Dos días después de que Riad anunciara el final de la campaña aérea, sus aviones volvieron a atacar posiciones rebeldes el miércoles y el jueves.
El martes, el Gobierno saudita anunció el fin de la fase intensiva de los bombardeos iniciada el pasado 26 de marzo, aunque aseguró que su fuerza aérea intervendría si los movimientos rebeldes se tornaban amenazantes. "Cuando los hutíes hagan un movimiento agresivo, responderemos", declaró el miércoles el embajador saudita en Estados Unidos, Adel al Jubeir. "Seguiremos empleando la fuerza para impedirles tomar Yemen con acciones agresivas".
Según él, los hutíes comenzaron a converger hacia Adén (sur) "desde tres zonas distintas", y podrían llegar allí "en unas horas, si no antes".
La segunda ciudad del país vivió una nueva noche de combates entre los hutíes y los partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, que huyó en marzo a Riad ante el avance rebelde, indicaron varios testigos.
La Fundación Bill y Melinda Gates, creada por el fundador de Microsoft, donó 800 mil dólares para los hospitales de Yemen.
Los aviones sauditas atacaron ayer posiciones rebeldes en el noreste de Saná, la capital que cayó en manos de los milicianos chiitas en febrero, así como objetivos en la ciudades de Yarim (centro), Taez (suroeste) y Lahj (sur).
En Dhaleh, también en el sur, los bombardeos arrasaron escuelas y edificios públicos tomados por los rebeldes, indicó Naser Chuabi, jefe local de una unidad paramilitar partidaria de Hadi.
Riad decidió intervenir en Yemen al frente de una coalición de nueve países árabes para detener el avance de los hutíes, respaldados por Teherán, y de sus aliados, los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh.
Estrategia de Riad
Estos nuevos bombardeos suscitan preguntas sobre los motivos que llevaron a Arabia Saudita a anunciar el final de la campaña aérea.
Algunos creen que la decisión se tomó por la creciente presión internacional ante el elevado número de víctimas civiles del conflicto.
Otros sugieren que se podrían haber iniciado unas negociaciones ocultas para hallar una solución política. Riad recibió numerosas críticas por el coste humano de sus bombardeos, como las de la Ong "Human Rights Watch", que pidió ayer una investigación.
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