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29 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Opositores consideran peligroso sacar a Cuba de la lista negra

Jueves, 16 de abril de 2015 00:00
Marco Rubio / Senador republicano de Estados Unidos.
El senador republicano y aspirante a la presidencia del país, el cubanoestadounidense Marco Rubio, aseguró: "La decisión de la Casa Blanca es lamentable, pero no me sorprende".
Varios legisladores, la mayoría de origen cubano, condenaron ayer la decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, por considerar que envía un "mensaje peligroso" y que ese país aún alberga a fugitivos estadounidenses.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner; el senador republicano y aspirante a la presidencia del país Marco Rubio; el senador demócrata Bob Menéndez; la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y el legislador republicano Mario Díaz-Balart fueron algunos de los miembros del Congreso que lamentaron la medida.
"Estoy decepcionado de que la Casa Blanca parezca decidida a recompensar al régimen de los Castro, que tienen un claro historial de represión en su país y de exportar violencia al resto de la región", dijo Boehner en un comunicado.
Rubio, por su parte, opinó que la decisión de eliminar a Cuba de la lista negra que elabora anualmente el Departamento de Estado "va a mandar un mensaje muy peligroso a los enemigos y a los terroristas". "Cuba, sin duda, es un país que apoya el terrorismo", dijo Rubio.
Cuba tiene "fugitivos de la Justicia americana viviendo en el país, personas que han robado dinero de Medicare (servicios sanitarios), incluso a alguien que asesinó un policía en los Estados Unidos hace treinta años; y, por otra parte, ha ayudado a Corea del Norte a evadir sanciones internacionales", aclaró.
Por su parte, Ros-Lehtinen sostuvo en un comunicado que la decisión se basa "en la política y no en los hechos" y que "socavará la seguridad nacional de Estados Unidos".
Tras la decisión anunciada días atrás por el presidente Barack Obama, el Congreso cuenta con 45 días para estudiarla y, en caso de desacuerdo, puede presentar un proyecto de ley para tratar de revocarla.
El jefe de Estado norteamericano podría vetar ese proyecto de ley y en ese caso, sería necesaria una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras para invalidar ese veto, una cantidad de votos que resultaría muy difícil de reunir.

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El senador republicano y aspirante a la presidencia del país, el cubanoestadounidense Marco Rubio, aseguró: "La decisión de la Casa Blanca es lamentable, pero no me sorprende".
Varios legisladores, la mayoría de origen cubano, condenaron ayer la decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, por considerar que envía un "mensaje peligroso" y que ese país aún alberga a fugitivos estadounidenses.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner; el senador republicano y aspirante a la presidencia del país Marco Rubio; el senador demócrata Bob Menéndez; la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y el legislador republicano Mario Díaz-Balart fueron algunos de los miembros del Congreso que lamentaron la medida.
"Estoy decepcionado de que la Casa Blanca parezca decidida a recompensar al régimen de los Castro, que tienen un claro historial de represión en su país y de exportar violencia al resto de la región", dijo Boehner en un comunicado.
Rubio, por su parte, opinó que la decisión de eliminar a Cuba de la lista negra que elabora anualmente el Departamento de Estado "va a mandar un mensaje muy peligroso a los enemigos y a los terroristas". "Cuba, sin duda, es un país que apoya el terrorismo", dijo Rubio.
Cuba tiene "fugitivos de la Justicia americana viviendo en el país, personas que han robado dinero de Medicare (servicios sanitarios), incluso a alguien que asesinó un policía en los Estados Unidos hace treinta años; y, por otra parte, ha ayudado a Corea del Norte a evadir sanciones internacionales", aclaró.
Por su parte, Ros-Lehtinen sostuvo en un comunicado que la decisión se basa "en la política y no en los hechos" y que "socavará la seguridad nacional de Estados Unidos".
Tras la decisión anunciada días atrás por el presidente Barack Obama, el Congreso cuenta con 45 días para estudiarla y, en caso de desacuerdo, puede presentar un proyecto de ley para tratar de revocarla.
El jefe de Estado norteamericano podría vetar ese proyecto de ley y en ese caso, sería necesaria una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras para invalidar ese veto, una cantidad de votos que resultaría muy difícil de reunir.

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