Dieciocho integrantes del grupo Estado Islámico (EI) murieron ayer en combates con las tropas kurdas en localidades próximas a la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
El dirigente de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), Gueiaz al Surshi, dijo que el grupo yihadista lanzó tres ataques simultáneos contra los kurdos, que causaron además heridas a 40 extremistas y a 7 combatientes kurdos.
En el primer ataque, los yihadistas se enfrentaron a las tropas kurdas en la zona de Al Kisk, situada a 25 kilómetros al oeste de Mosul. En el segundo, que ocurrió en la zona de Yabal Ein Sefra, a 14 kilómetros al norte de Mosul, los extremistas del Estado Islámico intentaron sin éxito irrumpir en un campamento militar de los "peshmergas" kurdos. En el último ataque, los radicales intentaron atentar contra las fuerzas kurdas que se situaban en la zona de Al Jazer, a 17 kilómetros al noreste de Mosul.
Este intento fracasó porque los dos coches bomba fueron bombardeados por los aviones de la coalición internacional, que lidera Estados Unidos, añadió al Surshi.
Estados Unidos y sus aliados han intensificado los ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico en Mosul para permitir el avance de tropas kurdas en preparación de un asalto terrestre que podría producirse en el mes de abril.
Las fuerzas kurdas intentan rodear Mosul, tomada el pasado junio por el Estado Islámico, y cerrar las líneas de aprovisionamiento de los extremistas en esta ciudad.
Ataque yihadista en Libia
Casi medio centenar de personas, en su mayoría civiles, murieron ayer en un triple atentado en una localidad cercana al bastión de los grupos afines al Estado Islámico (EI) en el este de Libia, que tuvo como objetivos a intereses del Gobierno internacionalmente reconocido de Tobruk, al que apoya Egipto.
Fuentes de Seguridad en la vecina ciudad de Bengasi explicaron que, a primera hora de ayer, tres coches bomba estallaron en el pueblo de Al Quba, situado 30 kilómetros al oeste de la localidad oriental de Derna, controlada desde hace semanas por esos grupos yihadistas.
Un total de 48 personas murieron y miles de heridos en los ataques a la casa del presidente del Parlamento, a la Dirección de Seguridad, y a una estación de servicios.
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