PURMAMARCA (Corresponsal). Por primera vez en esta localidad se celebró la Misa de Gallo y muchos feligreses pasaron
Navidad en la
capilla Santa Rosa de
Lima acompañados de familiares y amigos, junto al padre Marcelo Churquina y el Niño Dios que a la medianoche entró para quedarse en los corazones de todos.
La comunidad vivió una Navidad diferente este año, ya que la misa acostumbraba a celebrarse a las 20, y posteriormente los niños adoraban en el pesebre, para que las familias cerca de las 23 regresaran a sus hogares para cenar y brindar.
Muy por el contrario en la noche del jueves los vecinos del pueblo se congregaron pasadas las 23 en la capilla, algunos iban llegando un poquito más tarde y de a poco los bancos de la iglesia fueron llenándose.
Usualmente, en Purmamarca la misa acostumbraba a celebrarse a las 20, y luego los niños adoraban delante del pesebre.
El sacerdote Marcelo Churquina, encargado de oficiar la misa, inició la misa cerca de las 23.30 dando la cordial bienvenida a todos.
Luego de las lecturas bíblicas, el padre llamó a la reflexión con una canción en la que se invitaba a responder ¿Qué es la Navidad para tí y cuál Navidad quieres vivir?. Al ritmo de un canto respondió "cuando un hombre que no cree y se convierte es Navidad, cuando se escucha la palabra de Dios es Navidad, cuando nace la fe en un muerto corazón esta vez de verdad es una Navidad, cuando perdonamos a un hermano es Navidad y cuando muere el rencor para dar lugar al amor es Navidad".
"La Navidad no es marcada por el reloj, sino por el nacimiento de Jesús, muchos viven una Navidad de fantasía, de papel, de cartón, pero la verdadera Navidad es cuando Dios se hace presentes en nuestros corazones", dijo.
Pesebre viviente
Cerca de la medianoche los presentes se unieron en un fuerte abrazo, deseándose una muy Feliz Nochebuena.
Como sorpresa, ingresó al templo un pesebre viviente; el Niño Jesús recién nacido entró a la capilla con María y José, acompañados de los ángeles y los reyes magos. El padre recibió al niño y lo colocó en su pesebre, mientras los reyes magos repartieron caramelos. Luego de la representación del pesebre, la misa continuó y una vez finalizada los feligreses se quedaron para brindar y cenar, ya que muchos llevaron algo para compartir, viviendo una Navidad diferente y muy emotiva, en comunidad y en presencia del Niño Dios.