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"Navidad en el Mundo" en el Ramal

Martes, 22 de diciembre de 2015 01:30
<p>RAFAEL MONTERO / EL TENOR LIRICO SAMPEDREÑO RADICADO EN ALEMANIA CONVERSO CON NUESTRO MATUTINO.</p><p><p></p><p></p>

Nació en San Pedro, estudió en Córdoba y se perfeccionó en Suiza y Alemania. El tenor lírico hace quince años que está radicado en Colonia, Alemania, y cada tanto vuelve a su tierra para revivir su infancia y ofrecer algún concierto que nos deja con la boca abierta.

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Nació en San Pedro, estudió en Córdoba y se perfeccionó en Suiza y Alemania. El tenor lírico hace quince años que está radicado en Colonia, Alemania, y cada tanto vuelve a su tierra para revivir su infancia y ofrecer algún concierto que nos deja con la boca abierta.

Recién llegado en este fin de año, la cita esta vez será con el concierto "Navidad en el mundo", que dará hoy a las 20.30 en el Centro de Visitantes Ledesma, en la ciudad de Libertado General San Martín, acompañado por la guitarra de Sebastián Sivila, con entrada libre y gratuita.

¿Cómo es el concierto que presentarás en el Centro de Visitantes Ledesma?

La Navidad se celebra en todo el mundo y la idea es poder ofrecer una serie de canciones que sean populares y que se canten en diferentes partes del mundo. Es un concierto que ya lo hice tres veces en Alemania, incluye canciones de Inglaterra, de Francia, de Italia, y mucha música antigua –en la que me especialicé en Suiza-. La segunda parte son villancicos muy conocidos de España como "Los peces en el río", "Campana sobre campana" , y también un parte dedicada a la Argentina. Vamos a empezar con villancicos tradicionales muy antiguos del siglo XVI, de Italia, Francia y de Johan Sebastian Bach, que es mi compositor favorito. Voy a incluir obras religiosas escritas por él. Me va a acompañar en la guitarra, Sebastián Sivila, un gran músico, que también va a interpretar obras para guitarra sola, y obras de Bach, para complementar la parte del canto.

Aunque no todos seamos católicos, todos celebramos la Navidad aunque de distintas maneras y con un espíritu distintos. Muchos alemanes no son católicos, Bach era protestante, y en su música se ve lo que era importante para ellos, que es la solemnidad. En cambio en la parte española y sudamericana lo sobresaliente es la alegría.

En Francia y en Inglaterra, por ejemplo, es más el hecho de una alegría interna, que no sale a flor de piel como en la cultura latina.

¿Cómo fue tu año?

Fue un año de muchísimo trabajo, canto en diferentes coros, y en el que más activo estoy es en el Coro de Cámara Europeo. Con este coro tuvimos muchos conciertos este año. Como solista hice conciertos de Navidad y en la primera parte del año, música barroca de Pascua. Estuve cantando con un ensamble de música antigua en Bonn, una ciudad próxima a donde estoy viviendo (Colonia), donde también estuvimos haciendo obras españolas.

También tuve mucha actividad con el grupo que yo dirijo que es Cantus Firmus haciendo obras del Renacimiento. Además ya estamos preparando todo para el año que viene, porque en Alemania se hace todo con seis meses de antelación. Así que la primera mitad del año ya la tenemos programada completamente, y la segunda a medias.

¿Cómo comienza tu historia con el canto?

Fue una casualidad. Yo siempre quise cantar. Cuando estuve en Córdoba (fue a los 17 años a estudiar derecho, porque también es abogado aunque no ejerce), hice una audición en el Conservatorio Provincial de Córdoba, porque tenía mucha curiosidad de saber cómo se cantaba, y fui admitido.

Pero desde siempre me interesó el tema de la voz humana. Cuando era chico me acuerdo que yo veía la "tele" los sábados a la mañana por Canal 7 de Jujuy, porque hacían transmisiones de ópera, con una mujer, que seguramente era Monserrat Caballé (cantante lírica española). Cuando veía eso, pensaba que a lo mejor era para un cierto tipo de público o para una elite, pero después cuando llegué a Córdoba y tuve contacto con la ópera, iba a escuchar conciertos, y comencé a leer libros y a investigar, porque cuando yo ingresé al conservatorio mi profesora me dijo que yo tenía voz para ópera clásica (Mozart y autores de Viena).

Y ¿cómo es que llegás a Alemania?

El segundo año que fui al conservatorio tenía que cantar en alemán, y la primera obra que me dieron era una larguísima de Mendelssohn, y como me gustaba este tipo de música, me anoté en el Instituto Goethe para estudiar el idioma alemán en Córdoba. Ahí tuve contacto con ese país, empecé a escuchar cds, a ver videos. Ví lo que era la música de cámara, la ópera. Después comencé a trabajar en el Instituto Goethe para pagar mis estudios. En ese momento empezó mi gran interés por la ópera y también por Alemania. Llegué a Suiza primero por una beca, y después a Alemania por casualidad.

¿Antes de los 17 años habías tenido experiencia con el canto?

Sí, era parte de coros en las escuelas, pero el nivel de trabajo no es el mismo. Lo que hago ahora es lo que se llama canto profesional, es decir que tiene diferentes direcciones, ópera, concierto, música barroca, música moderna, canto coral, o sea que si uno estudia canto se abren muchísimas puertas. El cantante no sólo puede hacer un concierto lírico, sino que el cantante profesional tiene que tener una formación amplia, musical sobre todo, porque no es sólo la voz lo que importa, sino que somos servidores de la música.

¿Cómo se entiende el concepto de intérprete en el caso de las obras de cámara?

Como que un compositor se tomó el tiempo para escribir una ópera o una canción y nosotros somos solamente un instrumento, y tenemos que poder interpretar lo que él (el compositor) quiere con respecto no solamente a la voz, sino a los instrumentos que están debajo. Tenemos que ser lo más fieles posible a lo que ideó el compositor y hacer lo que está escrito.

¿No hay posibilidad entonces de que el cantante haga su aporte?

En general no, pero en la música barroca –que es algo en lo que yo me perfeccioné-, sí. Aprendí muchas cosas que no estaban escritas porque los autores de esa época dejaban muchísima libertad al cantante. El cantante podía agregar en algunas partes los adornos que él quería.

Eso es algo que se aprende también en los conservatorios, en música antigua, que es lo que yo hice. Tratar de interpretar el compositor, pero también poner algo propio dentro de un patrón que te da el autor. Ellos (los autores) escribieron tratados sobre esto, sobre cómo el cantante puede adornar sus arias.

¿Esta sería una diferencia con el canto popular, la libertad del intérprete?

No, vos sabés que la música popular, y el jazz sobre todo, se compara mucho a la música antigua. Aunque no soy cantante de jazz, he visto las partituras y conversado con músicos de música antigua que coinciden en que ellos también pueden tocar jazz. Pasa que en las partituras del jazz no siempre está todo escrito. El compositor o el arreglista te da unas claves y el cantante interpreta códigos.

Yo no pondría un límite entre la música popular y la música clásica, porque aunque la clásica viene de Europa, hay por ejemplo muchas obras de Mozart como "La Flauta Mágica" que es la más popular, tienen melodías populares que vienen de Viena-. Es como si acá escribiéramos una ópera de Jujuy y le pusiéramos un aire de zamba, y eso en una obra hace que se diluya el límite entre lo popular y lo clásico.

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