27 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Gotas y gotitas: Los cambios

Miércoles, 16 de diciembre de 2015 01:30

Gotas y gotitas: Los cambios

Nuevamente y casi sin querer, los cambios aparecen en mi vida. Esta vez en cuanto a las celebraciones de las fiestas de fin de año, o sea Navidad y Año Nuevo. El ser ya una persona con hijos que ya transitan caminos propios y diferentes al mío, me enfrenta a cambios y sus consecuencias. La flexibilidad forma ya parte de mi cotidianeidad, he aprendido que ser flexible conmigo y con los demás me permite tener relaciones personales más satisfactorias y menos conflictivas. Durante casi toda una vida familiar, las fiestas se celebraron en mi casa con todo lo que eso conlleva. Desde cosas muy satisfactorias y a veces no tanto, que tienen que ver con el papel de anfitriona hasta la elección de pequeños y grandes detalles a mi cargo. Evidentemente el tiempo pasa y hay propuestas de cambio en las tradiciones. Ante la propuesta de pasar las fiestas en otra casa que no es la mía, sino la de alguno de mis hijos, me enfrenta a la toma de decisiones que afectan mi "zona de confort" ya que no seré la que dirige la "batuta familiar" sino quien debe sujetarse a las reglas de los anfitriones. Aunque parezca una tontería, para mí no lo es, como les debe ocurrir a otras personas también. Ante esta situación me puse a pensar, sentir, analizar y finalmente decidir qué hacer. Siempre pensé que el movimiento es la mejor manera de ir por la vida, dejar algunas cosas y tomar otras para aprender a transitar caminos diferentes. Y llegó el momento de aplicar todo esto. Desprenderme de cosas hechas de igual modo año tras año y ver qué pasa si tomo propuestas diferentes. Ello me moviliza y produce cierta ansiedad ante los cambios que se avecinan, pero estoy dispuesta a recibirlos de la mejor manera, poniendo en ello todo lo mejor de mí, para que mi presencia siempre sume en las relaciones con mi familia y facilitar el fluir de la vida. Estoy convencida que algunas queridas tradiciones familiares las podemos conservar más allá del lugar donde estemos. Y eso es lo que voy a hacer, custodiar que algunas de ellas pasen de una generación a otra. Allá vamos por los cambios!!!!! Hasta la próxima. Namasté

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Gotas y gotitas: Los cambios

Nuevamente y casi sin querer, los cambios aparecen en mi vida. Esta vez en cuanto a las celebraciones de las fiestas de fin de año, o sea Navidad y Año Nuevo. El ser ya una persona con hijos que ya transitan caminos propios y diferentes al mío, me enfrenta a cambios y sus consecuencias. La flexibilidad forma ya parte de mi cotidianeidad, he aprendido que ser flexible conmigo y con los demás me permite tener relaciones personales más satisfactorias y menos conflictivas. Durante casi toda una vida familiar, las fiestas se celebraron en mi casa con todo lo que eso conlleva. Desde cosas muy satisfactorias y a veces no tanto, que tienen que ver con el papel de anfitriona hasta la elección de pequeños y grandes detalles a mi cargo. Evidentemente el tiempo pasa y hay propuestas de cambio en las tradiciones. Ante la propuesta de pasar las fiestas en otra casa que no es la mía, sino la de alguno de mis hijos, me enfrenta a la toma de decisiones que afectan mi "zona de confort" ya que no seré la que dirige la "batuta familiar" sino quien debe sujetarse a las reglas de los anfitriones. Aunque parezca una tontería, para mí no lo es, como les debe ocurrir a otras personas también. Ante esta situación me puse a pensar, sentir, analizar y finalmente decidir qué hacer. Siempre pensé que el movimiento es la mejor manera de ir por la vida, dejar algunas cosas y tomar otras para aprender a transitar caminos diferentes. Y llegó el momento de aplicar todo esto. Desprenderme de cosas hechas de igual modo año tras año y ver qué pasa si tomo propuestas diferentes. Ello me moviliza y produce cierta ansiedad ante los cambios que se avecinan, pero estoy dispuesta a recibirlos de la mejor manera, poniendo en ello todo lo mejor de mí, para que mi presencia siempre sume en las relaciones con mi familia y facilitar el fluir de la vida. Estoy convencida que algunas queridas tradiciones familiares las podemos conservar más allá del lugar donde estemos. Y eso es lo que voy a hacer, custodiar que algunas de ellas pasen de una generación a otra. Allá vamos por los cambios!!!!! Hasta la próxima. Namasté

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