Tras los sangrientos
atentados perpetrados en siete lugares diferentes del país, que dejaron un saldo de 129 muertos, unos 352 heridos y 99 en estado de gravedad, se reunieron ayer el presidente de Francia,
François Hollande con el primer ministro
Manuel Valls y el ministro del Interior,
Bernard Cazeneuve.
El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó que el país debe estar preparado para "otras réplicas terroristas" y que Francia "responderá al mismo nivel que estos ataques".
El jefe del Gobierno reiteró: "Quiero decir a los franceses que estamos en guerra (...), sí estamos en guerra" y "vamos a actuar y a golpear a ese enemigo" yihadista "para destruirlo" en Francia, Europa, en Siria e Irak, fustigó Valls.
"Responderemos golpe a golpe para destruir al EI y a ese ejército terrorista", aseguró el primer ministro.
Valls advirtió de que "no habrá descanso para quienes atacan los valores" de Francia y resaltó que "la unidad es el mejor escudo" contra los terroristas.
Por otra parte, el jefe del Gobierno negó que los servicios de inteligencia del país hayan fallado a la hora de prevenir estos ataques, pero consideró que habrá que ser más duro contra los imanes radicales a quienes prometió expulsar del país.
Además, recalcó que se quitará la nacionalidad a todos aquellos que "golpean el alma francesa".
Pese a la prolongación del estado de emergencia, que llevará al país a extremar la vigilancia, Valls aseguró que Francia no anulará dos eventos importantes de las próximas semanas, la Cumbre sobre el Clima de París (COP21), entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, y las elecciones regionales, el 6 y el 13 de diciembre próximo.
Por su parte, el presidente François Hollande calificó de "acto de guerra" el ataque, "cometido por Dáesh (acrónimo árabe del EI), organizado desde el exterior y con complicidades internas que establecerá la investigación".
El mandatario decretó tres días de duelo nacional en Francia, además del estado de emergencia, restableció estrictos controles en las fronteras y desplegó fuerzas de seguridad adicionales en la capital.
Los atentados fueron casi simultáneos, protagonizados por al menos siete yihadistas, seis de ellos hicieron estallar sus cargas y otro fue abatido por la Policía.
Según el último balance provisional comunicado por el fiscal François Molins, al menos unas 129 personas murieron y unas 352 resultaron heridas, de las cuales 99 de ellas están en estado muy grave.