La medida resuelta "por mayoría", según el veedor, debido a la diferencia de intereses entre un seleccionado y otro, puesto que Brasil quería jugarlo en horario matutino para luego partir a su país, donde el martes jugará ante Perú, mientras que Argentina planteó reprogramarlo para la noche con el objeto de facilitar la asistencia del público en un día laborable.
"(Luis) Segura (presidente de
AFA) se puso firme, dijo que era imposible jugar a la mañana o al mediodía y por mayoría, después de consultarlo con la gente de la Conmebol, se decidió que fuera a las 21. Además, de
acuerdo con el servicio meteorológico, el mal tiempo seguirá hasta la tarde", aclaró.
Sin embargo, tanto la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) como la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) negaron tensión para el fijado del horario de mañana y refirieron a un acuerdo de partes para la reprogramación del encuentro.
"Nos pusimos de acuerdo rápidamente por respeto a la gente, la que estaba en la cancha y la que todavía estaba en su casa sin saber si debía salir para la cancha. También por respeto a los jugadores porque era un peligro jugar con la cancha en esas condiciones", explicó Segura.
El campo del Monumental presentaba grandes espejos de agua en todos sus sectores a dos horas del inicio del partido y ello, sumado a la complicación para llegar hasta el estadio, fue determinante para que se suspendiera del juego.