El origen de la Catedral de Jujuy se remonta al de la ciudad y en el curso de los siglos, fue protagonista de los acontecimientos más destacados en la historia del pueblo de Jujuy.
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El origen de la Catedral de Jujuy se remonta al de la ciudad y en el curso de los siglos, fue protagonista de los acontecimientos más destacados en la historia del pueblo de Jujuy.
Durante el prolongado período colonial la iglesia fue pieza fundamental en la organización institucional y social, ejerció una fuerte influencia por su papel de consejera, educadora y directora espiritual.
La iglesia catedral atesora valiosas obras de arte barroco americano como la serie de la vida de la Virgen María (Encuentro de San Joaquín y Santa Ana en la Puerta Dorada, Nacimiento de la Virgen, La Anunciación, La Adoración de los reyes Magos, Pentecostés, Las Dormición de la Virgen, Las Exequias de María) de incalculable valor artístico y patrimonial.
Desde hace casi tres años -lo inauguraron en mayo de 2012-, en sus paredes se levanta también el Museo de la Iglesia Catedral, donde se resguardan valiosas piezas del Jujuy del antaño; llevándonos a remontarse a siglos de historia, crecimiento y desarrollo como pueblo.
Primer Monumento Nacional
Los orígenes de la Iglesia Matriz se remontan a los días de la fundación de la ciudad, pues en una improvisada enramada el Padre Juan Fonte, de la Compañía de Jesús, celebró el culto el 19 de abril de 1593. Pocos años después finalizaron las obras del primer templo, un modesto edificio de dos naves.
Por la precariedad de la construcción fue apuntalado y parcialmente reconstruido en 1659. Un terremoto a fines de siglo XVII lo redujo a ruinas, y las actividades religiosas se trasladaron a la Capilla de San Roque.
Don Agustín de Leiza y de la Tijera, piadoso y acaudalado comerciante español, se va a convertir en el gran benefactor de la Iglesia Matriz pues costeó los distintos trabajos que implicó la nueva construcción, además de los retablos del altar y el púlpito, tareas que fueron concluidas en el año 1763.
En el curso de los dos siglos transcurridos el histórico templo, ha sufrido distintas reformas, siendo tal vez la más destacable la de su frente que era colonial español que fue reemplazado a principios del siglo XX, por otro de características neoclásicas y en el Centenario de la Revolución de mayo, se construyó el patio adyacente.
El Gobierno Nacional declaró a la Iglesia Matriz de Jujuy, por su gran valor histórico patrimonial, en 1931, primer Monumento Histórico Nacional.
En 1935 es nombrado el primer Obispo Diocesano de Jujuy, Monseñor Enrique Muhn y por Bula Pontificia de su Santidad Pío XI "Nobilis Argentinas Nationis", la Iglesia Matriz se convierte en Iglesia Catedral. Desde entonces, se sucedieron varios obispos, se creó la Prelatura de Humahuaca, para atender las necesidades espirituales de los pobladores de Quebrada y Puna.
Bendición de la Bandera
A principios del año 1812, el Gral. Manuel Belgrano asumió la jefatura del diezmado Ejército del Norte. El 25 de mayo, conmemorando el nacimiento de la Patria, aprovechó la oportunidad para avivar el patriotismo de sus soldados y del pueblo de Jujuy, enarboló e hizo bendecir en esta Iglesia la primera Bandera Nacional.
Así lo relata el historiador Joaquín Carrillo: "En Jujuy, en el día grande de la Patria, en presencia de un pueblo i un ejército, aquel símbolo de la revolución fue aclamado i escoltado al son de marchas entusiastas, hasta los balcones de la Casa Municipal, donde fue enarbolado i saludado por baterías, entre el alborozo franco de un pueblo jeneroso (...) El ritualismo católico prestó la grandeza de sus ceremonias para engrandecer con la invocación de Dios aquel acto popular. Presidía al clero el Arcedeano Gorriti, vicario de aquel ejército, quien, en nombre de la divinidad, bendijo aquella bandera azul i blanca. Belgrano (...) levantó su voz entre aquellas multitudes (...): ’El 25 de Mayo será para siempre un día memorable en los anales de nuestra historia, i vosotros tendréis un motivo más de recordarlo, cuando en él, por primera vez, veis en mi mano la Bandera Nacional, que ya os distingue de las demás naciones del globo...’.
La guerra en las calles
Después del triunfo de Belgrano en la Batalla de Tucumán, una avanzada patriota al mando del Coronel Cornelio de Zelaya intentó reconquistar la ciudad de Jujuy, enfrentando a los realistas que se hallaban parapetados en trincheras cavadas en la antigua calle Real (actual esquina de Belgrano y Sarmiento), a pocos metros de la Iglesia Matriz.
El Púlpito
Es considerada una de las obras religiosas más destacadas del arte barroco colonial de nuestro país. A mediados del siglo XVIII, Don Agustín de Leiza y de la Tijera, benefactor de la iglesia Catedral, mandó a realizar los trabajos.
La estructura y ornamentación revelan la influencia de la escuela potosina en los anónimos escultores mestizos e indígenas que realizaron la magistral obra, compuesta de tribuna, respaldo, tornavoz y baranda de escalera.
De esta manera el Gobierno de la Provincia, a través de la Secretaria de Turismo y Cultura revaloriza uno de los monumentos patrimoniales más destacados y ligados a la identidad de los jujeños, conmemorado el Bicentenario de la Jura y Bendición de la Bandera Nacional en nuestra Iglesia Catedral, el 25 de mayo de 1812, cuando Jujuy se había convertido en esos gloriosos días, en baluarte de las Guerras de la Independencia.
La puesta en valor
Puesta en Valor de la Recova, revitalización de un ámbito urbano de inigualables condiciones arquitectónicas para disfrute y goce de los visitantes.
Con la puesta en valor de este espacio el gobierno de Jujuy pretendió recuperar para la comunidad, un ámbito de gran belleza y esplendor. Bancos para descanso y lectura, plantas y jazmines recrearán un ambiente, además de sumarse a un circuito turístico cultural del casco histórico.
De esta manera el patrimonio revitalizado pasará a formar parte del uso cotidiano por parte de los ciudadanos, aproximando el valor histórico y patrimonial a la valoración afectiva y funcionalidad social.