La
justicia uruguaya anunció que requerirá la extradición de Alejandro Vandenbroele, investigado como presunto testaferro del vicepresidente
Amado Boudou en la
causa Ciccone, luego de que fuera citado dos veces a declarar en los tribunales del vecino país.
Según informa el diario El Observador, la justicia uruguaya quiere que Vandenbroele explique el origen del dinero que transfirió desde Montevideo a Buenos Aires para la compra de la empresa fabricante de billetes Ciccone Calcográfica, hoy estatizada por el gobierno de
Cristina Kirchner y llamada Compañía de Valores Sudamericana. Vandenbroele no se presentó en el juzgado uruguayo que lo había citado en ninguna de las dos oportunidades, ni el 4 de febrero ni el 28 de agosto, y en esa última citación sus abogados defensores presentaron un escrito solicitando que declarara en la Argentina por este caso, lo que fue rechazado por el fiscal Juan Gómez y el juez Néstor Valetti, quien resolvió en las últimas horas pedir su extradición.
Para que un juez uruguayo procese a una persona por lavado de dinero necesita que haya sido procesada previamente por un delito, como corrupción, que explique el origen de los fondos que blanqueó, señaló El Observador. En este sentido, planteó que Vandenbroele y Boudou fueron procesados sin prisión por corrupción en junio en Argentina y que ese procesamiento habilita a la Justicia uruguaya a procesar a Vandenbroele por lavado de dinero. Vandenbroele preside la sociedad anónima uruguaya Dusbel, que inyectó 2,4 millones de dólares en otra sociedad, The Old Fund, para la compra de la ex Ciccone, y parte de ese dinero pasó por la plaza financiera de Uruguay.
Lo que la justicia uruguaya busca determinar es el origen de esos fondos, para lo cual el juez Valetti ordenó, a fines de 2013, congelar las cuentas de Dusbel, y lo hizo luego de que el juez federal argentino Ariel Lijo procesara a Boudou, a Vandenbroele y a otros cuatro implicados en la compra de Ciccone.
Lijo sospecha que el Vicepresidente y su socio y amigo José María Núñez Carmona "habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund, y de Alejandro Vandenbroele", un monotributista que llegó a convertirse en dueño de la compañía, "con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial". "Boudou, aprovechando su condición de funcionario público, y Nuñez Carmona, habrían acordado con Nicolás y Héctor Ciccone, y Guillermo Reinwick la cesión del 70% de la empresa 'Ciccone Calcográfica', a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública", dice el auto de procesamiento suscripto por el juez Lijo.
La
justicia uruguaya anunció que requerirá la extradición de Alejandro Vandenbroele, investigado como presunto testaferro del vicepresidente
Amado Boudou en la
causa Ciccone, luego de que fuera citado dos veces a declarar en los tribunales del vecino país.
Según informa el diario El Observador, la justicia uruguaya quiere que Vandenbroele explique el origen del dinero que transfirió desde Montevideo a Buenos Aires para la compra de la empresa fabricante de billetes Ciccone Calcográfica, hoy estatizada por el gobierno de
Cristina Kirchner y llamada Compañía de Valores Sudamericana. Vandenbroele no se presentó en el juzgado uruguayo que lo había citado en ninguna de las dos oportunidades, ni el 4 de febrero ni el 28 de agosto, y en esa última citación sus abogados defensores presentaron un escrito solicitando que declarara en la Argentina por este caso, lo que fue rechazado por el fiscal Juan Gómez y el juez Néstor Valetti, quien resolvió en las últimas horas pedir su extradición.
Para que un juez uruguayo procese a una persona por lavado de dinero necesita que haya sido procesada previamente por un delito, como corrupción, que explique el origen de los fondos que blanqueó, señaló El Observador. En este sentido, planteó que Vandenbroele y Boudou fueron procesados sin prisión por corrupción en junio en Argentina y que ese procesamiento habilita a la Justicia uruguaya a procesar a Vandenbroele por lavado de dinero. Vandenbroele preside la sociedad anónima uruguaya Dusbel, que inyectó 2,4 millones de dólares en otra sociedad, The Old Fund, para la compra de la ex Ciccone, y parte de ese dinero pasó por la plaza financiera de Uruguay.
Lo que la justicia uruguaya busca determinar es el origen de esos fondos, para lo cual el juez Valetti ordenó, a fines de 2013, congelar las cuentas de Dusbel, y lo hizo luego de que el juez federal argentino Ariel Lijo procesara a Boudou, a Vandenbroele y a otros cuatro implicados en la compra de Ciccone.
Lijo sospecha que el Vicepresidente y su socio y amigo José María Núñez Carmona "habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund, y de Alejandro Vandenbroele", un monotributista que llegó a convertirse en dueño de la compañía, "con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial". "Boudou, aprovechando su condición de funcionario público, y Nuñez Carmona, habrían acordado con Nicolás y Héctor Ciccone, y Guillermo Reinwick la cesión del 70% de la empresa 'Ciccone Calcográfica', a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública", dice el auto de procesamiento suscripto por el juez Lijo.