¿Cuál es la lectura que hace sobre la violencia institucional en el país?
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¿Cuál es la lectura que hace sobre la violencia institucional en el país?
-En la Argentina se sigue practicando el gatillo fácil, la tortura, las cárceles son humillantes, yo diría que venir a decir que hay violencia institucional no es novedad. Lo que nadie explica es que a 30 años de terminada la dictadura hay violencia institucional es lo que pretendemos dar una hipótesis. Hay violencia institucional porque hay un jefe político que dio la orden que haya, no conozco ningún caso donde la autonomía de las fuerzas policiales sea tan grande como para que hayan actuado exclusivamente por su cuenta.
-¿Ud. cree que no hay voluntad para desterrar esa cultura represora?
-Hay violencia institucional porque hay una cultura represora anidada en las policías y en las nuevas fuerzas armadas, Prefectura y Gendarmería. Esa cultura represora nació en el siglo XX durante el largo período de golpes, represiones y se potenció con el Terrorismo de Estado; pero creo que la discusión más seria es que han fracasado todos los intentos de erradicar esa cultura represora de la policía que se hicieron desde el 83 hasta aquí. Hubo muchos intentos desde Alfonsín hasta Arslanián se pueden computar diversas iniciativas ha habido una ilusión diría la ilusión del gesto mágico. Si bajo un cuadro o si descubro un monumento es como la ilusión en la magia. Creo que muchos han pensando que la cultura represora se resolvía con cursos de DD. HH. y charlas pero una cultura represora se reproduce en la medida que se permite que en la institución se ejecuten diversas conductas y entonces el problema es que a 30 años de finalizada la dictadura el poder político no se anima a conducir políticamente las fuerzas que tienen armas sean policías, Gendarmería…
-Las fuerzas de seguridad no han tenido una autocrítica… y la imagen institucional en las policías provinciales es cada vez más decadente…
-Claro, tampoco se anima a condenar rigurosamente a los que hayan participado en actos reñidos con la ley. En la provincia de Santa Fe el 65 % de los efectivos de la policía tiene abiertos expedientes por tráfico de drogas, trata de blancas por robo y se los mantiene en las fuerzas. Lo que pensamos es que se debe actuar con mucho rigor y no se debe permitir que en ninguna fuerza encargada de hacer cumplir la ley, sean personas que infrinjan la ley.
-Además de la vigencia de leyes y códigos que están desactualizados….
-Tenemos un Código Penal vetusto que además viene de la década del ‘30, está influenciado por el Código Penal de la Italia fascista de Mussolini. Además tuvo 600 modificaciones y las últimas son las que impuso Blumberg, eso hace que hoy el código no tenga proporcionalidad. Hay penas incoherentes entre sí, a veces está penado con más rigor un intento de robo a mano armado que un homicidio sin armas por ejemplo. El Código Penal está penetrado de una idea falsa que es sobre la idea que cuando más grave sea la pena menor predisposición a delinquir habrá y la vida demostró que esa relación no se cumple. No conozco a ningunas persona que haya leído el Código Penal antes de salir a robar. Se sale a robar por otras razones, en todo caso una sociedad que potencia el consumismo como lo hace la Argentina, donde no se tiene el último celular inteligente es un tonto y al mismo tiempo la mitad de la población sigue teniendo problemas de empleo o de capacidad de consumo. Entonces a la largo plazo esas son las discusiones que hay que resolver, y asumir también que por hoy tiene un enorme peso en todo lo que tenga que ver con los delitos, el avance de las redes mafiosas de la droga que están ocupando territorios y que no veo que se las combata con rigor.
-Desde su organización ¿cuál es la prioridad en la discusión?
-Tenemos un conjunto de propuestas y proyectos creo que se podrían resumir en que el poder político debe asumir la responsabilidad de lo que hacen las fuerzas que están bajo su conducción. Nunca vi que un gobernador que diga asumo la responsabilidad sino siempre es una lectura ajena. La otra idea es que no debe permanecer en ninguna fuerza nadie que haya participado en estos delitos por que es una grave situación institucional.
