El lienzo de 425 años y ocho metros cuadrados, inspirado en el paraíso dantesco de la Divina Comedia, permaneció nueve meses dentro de un cuarto vidriado en el hall central del museo, mientras dos restauradoras lo reparaban a la vista de los visitantes.
Es la primera vez que en España se realiza un proceso de reparación de esas características, que no es el más sencillo, sino que tiene que ver con priorizar "la atracción del público, mostrando lo que ocurre entre bambalinas, en la cocina de la obra de arte", resaltó su director artístico, Guillermo Solana.
Las curadoras Susana Pérez y Alejandra Martos fueron las encargadas de la reparación del lienzo que recrea distintas jerarquías angélicas, religiosas y de bienaventurados rodeando a la Virgen María en su coronación.