Pereyra recordó una anécdota ocurrida en oportunidad de una visita a Eva Perón, cuando hizo llamar a las diputadas electas en Jujuy y Salta en las elecciones de 1951. Dijo que una de ellas se excusó de aceptar el cargo, explicándole que estaba por casarse y su novio no compartía su militancia. Eva se lamentó de no poder convencerla y le pidió a Renci, uno de sus secretarios: "por favor, andá a la caja fuerte y traeme un anillo de brillantes". Se lo trajo, y ella le dijo a esa chica: "lamento que no puedas, pero este es mi regalo de bodas".
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Pereyra recordó una anécdota ocurrida en oportunidad de una visita a Eva Perón, cuando hizo llamar a las diputadas electas en Jujuy y Salta en las elecciones de 1951. Dijo que una de ellas se excusó de aceptar el cargo, explicándole que estaba por casarse y su novio no compartía su militancia. Eva se lamentó de no poder convencerla y le pidió a Renci, uno de sus secretarios: "por favor, andá a la caja fuerte y traeme un anillo de brillantes". Se lo trajo, y ella le dijo a esa chica: "lamento que no puedas, pero este es mi regalo de bodas".
“Evita era muy desprendida con todo, todo lo que se le pedía ya sea por carta o personalmente, lo teníamos. Nosotros la hemos tratado muchísimo a ella que nos enseñó y les abrió el camino a quienes nos sucedieron después", dijo refiriéndose a quien impulsó y concretó el voto femenino.
De su pasó por esta Legislatura, Elena Pereyra recordó que "en ese entonces todo era distinto, había un respeto, con nuestros colegas o adversarios políticos, porque todo el mundo se conocía acá. Estaba el doctor Lucio Navea, que era vicepresidente de la Legislatura, y el gobernador Jorge Villafañe, un lírico, un señor muy bien, y así trabajamos. Después, cuando vino la revolución, nos inhabilitaron para trabajar, yo estaba en la parte de Turismo, fue tremendo porque no nos daban trabajo en ningún lado y tuve que andar como gitana de un lado a otro. L uego rendí un exámen en Salta donde había una vacante en Fabricaciones Militares, ingresé y me mandaron a la mina "La casualidad"”.
Pereyra fue elegida por la misma Eva Perón para conformar la lista de candidatos a diputados provinciales que se dirimieron en 1951, que ganó el peronismo con 48 mil votos.
Recordó que para aquellas elecciones vinieron las delegadas desde Buenos Aires para formar la Unidad Básica Femenina, donde las mujeres votaban por primera vez en aquel año, e hicieron un censo en las localidades del interior. Luego, Eva Perón las hizo llamar para que la vieran en Buenos Aires, como siempre lo hacía para darles instrucciones y mandar cosas.