En un avance significativo para la neurología, investigadores argentinos identificaron un conjunto de biomarcadores en la sangre que podrían servir como un indicador preciso para diagnosticar la epilepsia e, incluso, para monitorizar lo que sucede en el cuerpo de un paciente después de una crisis. El descubrimiento sienta las bases para el futuro desarrollo de un kit de diagnóstico rápido, similar a un hemoglucotest.
El hallazgo fue realizado por un equipo de científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y médicos del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA), y publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports, del grupo Nature. La investigación se centró en el estudio de metabolitos, que son los productos resultantes de las reacciones químicas de las células y ofrecen una "foto" instantánea del estado metabólico del organismo.
“Analizando los metabolitos se puede ver una foto de las reacciones del organismo y su estado”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor en Ciencias Biológicas Leonardo Pellizza, investigador del CONICET y coautor del trabajo.
El estudio, el primero de su tipo en Argentina, comparó muestras de sangre de 32 pacientes epilépticos con las de 28 personas sanas. Utilizando la técnica de resonancia magnética nuclear de alto campo, los científicos encontraron 14 metabolitos con alteraciones significativas entre ambos grupos. Además, en un seguimiento sin precedentes, lograron identificar 7 metabolitos cuyos niveles cambiaban notablemente en los mismos pacientes antes y después de sufrir una crisis.
“En una misma persona pudimos ver qué patrones de metabolitos se elevan o descienden post crisis... Eso es genial, porque nos permite hacer el análisis comparativo”, aseguró con entusiasmo el neurólogo Juan Carlos Avalos, también coautor de la investigación.
Entre los metabolitos alterados, se encontraron algunos poco habituales como el hipurato, piroglutamato o isovalerato, que resultaron especialmente llamativos en el contexto de la epilepsia. Este trabajo se realizó en la unidad de videoelectroencefalograma del HIBA, un ambiente controlado donde los pacientes son monitoreados las 24 horas, lo que permitió a los investigadores obtener datos metabólicos en estado basal y post-crisis con total precisión.
Hacia un kit diagnóstico y nuevas terapias
El doctor Avalos vislumbra el impacto concreto de este hallazgo: “Hoy en el triage se hace de rutina el hemoglucotest para ver si un paciente sufrió un pico glucémico por diabetes; si tenemos disponible algo similar para epilepsia, la conducta terapéutica puede cambiar de manera notable”.
Este avance es particularmente relevante si se considera que, a pesar de los medicamentos disponibles, alrededor del 30% de los pacientes con epilepsia son resistentes a los fármacos, lo que subraya la necesidad urgente de nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas.
Los investigadores destacaron que la colaboración entre la ciencia básica y la clínica fue un factor clave para el éxito del proyecto. “Para nosotros como biólogos que trabajamos en ciencia básica es un salto enorme haber publicado un paper de investigación clínica”, valoró Pellizza.
El siguiente paso, según los científicos, es ampliar la muestra de pacientes y sumar más centros de estudio para validar los resultados. El sueño a largo plazo es claro: “Sería genial involucrar a la industria para desarrollarlo en conjunto”, afirmó Avalos, mirando hacia el futuro desarrollo de un kit que transforme el diagnóstico de una de las enfermedades neurológicas más antiguas de la humanidad.