El director general del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna, anticipó hoy que “en los próximos dos meses” el organismo estará en condiciones de dar a conocer una nueva metodología del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que actualizará el relevamiento vigente, que data de una encuesta realizada hace casi dos décadas.
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El director general del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna, anticipó hoy que “en los próximos dos meses” el organismo estará en condiciones de dar a conocer una nueva metodología del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que actualizará el relevamiento vigente, que data de una encuesta realizada hace casi dos décadas.
En declaraciones a Radio 10, Lavagna señaló que “en los próximos dos meses podamos estar saliendo con el nuevo IPC” y detalló que será más preciso que el vigente desde 2016.
“El índice actual tiene 320.000 precios y va a pasar a 500.000 precios, y vamos de 16.700 informantes a 24.000 informantes”, aclaró.
El IPC que se utiliza en la actualidad -y que en lo que hace a la inflación de agosto se dará a conocer el miércoles próximo- se basa en una Encuesta Nacional de Gastos de Hogares (ENGHo) realizada entre fines de 2004 y mediados de 2005.
Desde entonces, tanto los hábitos de consumo como los centros comerciales de venta de los bienes y servicios y, en especial, el poder adquisitivo de la población, tuvieron cambios importantes que se espera queden reflejados en la nueva metodología.
Mayor participación de los servicios
Al respecto, el economista Diego Giacomini advirtió recientemente que los aumentos en los servicios públicos no están cabalmente reflejados en el IPC, que los pondera en relación con la proporción que tenían en los gastos familiares hace veinte años, en plena vigencia de los subsidios.
Lavagna indicó que se está en “las pruebas finales” y puso de relieve que se debe tener “mucho cuidado” para concretar los cambios para que la nueva metodología “se entienda bien”.
Doce metodologías para la inflación en 91 años
La nueva composición de la canasta de gastos de los hogares para medir la inflación será la decimosegunda que se aplicará en forma oficial desde 1933, en un proceso continuo de adecuar las estadísticas a los cambios en los hábitos de consumo de la población.
El análisis comparativo de cómo fueron variando los componentes de la ENGHo permite comprobar, además, los cambios en los consumos en el largo plazo con una tendencia bien definida: una menor participación de los gastos en alimentos y un mayor peso de los servicios de Salud y Educación.
Inflación: los cambios a lo largo del tiempo
En ese sentido, puede sorprender desde una visión del siglo XXI que en 1933 la entonces Dirección General de Estadística (el INDEC se creó en 1968) no computaba los gastos de Salud y de Educación, debido a que por entonces la mayoría de la población se atendía en hospitales públicos y concurría a escuelas estatales, una situación que fue variando con el transcurso del tiempo y se fue reflejando en las sucesivas canastas de consumo.
Asimismo, hace 88 años la “familia tipo” elegida como sujeto de consumo estaba compuesta por tres hijos.
Pero la nota destacada que surge de la comparación de las sucesivas canastas de consumo es la caída de los alimentos en la participación de los gastos totales. Medida durante décadas como “Alimentos y bebidas” y en los últimos años como “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, llegó a representar el 59,2% de los gastos totales en el Índice de Precios al Consumidor de 1960 para caer al 23,44%.