Un informe reciente de Argentinos por la Educación, basado en los datos de Pisa 2022, arroja luz sobre las profundas inseguridades que acechan a los adolescentes de 15 años en Argentina. Los resultados son contundentes: el 70% de los jóvenes teme no estar preparado para la vida adulta.
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Un informe reciente de Argentinos por la Educación, basado en los datos de Pisa 2022, arroja luz sobre las profundas inseguridades que acechan a los adolescentes de 15 años en Argentina. Los resultados son contundentes: el 70% de los jóvenes teme no estar preparado para la vida adulta.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, la psicopedagoga Adriana Ponce advierte que los jóvenes no viven en una "isla"; sus elecciones están fuertemente condicionadas por la presión familiar y el apremiante contexto económico.
El estudio revela que casi la mitad de los adolescentes (47%) siente esta presión, un fenómeno que se agudiza en los sectores socioeconómicamente más vulnerables. En estas familias, la urgencia económica a menudo empuja a los hijos a abandonar sus proyectos personales para incorporarse rápidamente al mercado laboral.
La psicopedagoga, -que cuenta con más de 30 años de experiencia-, confirma que: "El mensaje es claro: 'estudiá rápido lo que puedas, o salí a trabajar'", cuestionando dónde queda el espacio para los deseos y aspiraciones individuales.
Aunque la mayoría de los estudiantes (76%) reconoce que la escuela les ha proporcionado herramientas útiles para el mundo laboral, y un 64 % afirma haber mejorado su capacidad para tomar decisiones, la sensación dominante es la de incertidumbre frente al porvenir.
El aspecto económico es otro factor central, Un 63 % de los jóvenes teme no tener el dinero suficiente para materializar sus proyectos de vida, una cifra que asciende al 67 % en los sectores más vulnerables. Para la especialista, en estos contextos, la prioridad siempre es el sustento básico y trabajar. "En los sectores más desfavorecidos, primero está la urgencia: comer, trabajar, ayudar en la casa. Solo si se logra terminar la secundaria se puede pensar en un proyecto de vida más amplio", explica la especialista.
Otro dato relevante del informe es que, si bien el 65 % de los estudiantes se considera informado sobre sus opciones futuras, esta información no se traduce necesariamente en una elección segura. "Tener información no es lo mismo que contar con contención. La escuela debería reforzar los espacios de orientación vocacional y el trabajo grupal, no esperar hasta quinto año para empujarlos al abismo de la elección", advierte la psicopedagoga.
La profesional remarcó además los efectos negativos de la pandemia en las jóvenes generaciones. "Los adolescentes hoy están más individualistas, más solos", lamentó Ponce. "Antes había más grupos, más redes de contención entre pares. Ahora las decisiones las toman más aislados", describió.
Finalmente, la especialista subrayó la necesidad de políticas públicas sostenidas que combinen apoyo económico, tutorías, orientación vocacional y espacios comunitarios. "No alcanza con decir 'vos sos el futuro'. El adolescente también necesita ser presente, sentir tranquilidad, tener apoyo y saber que no está solo. No nos salvamos solos, nos salvamos en conjunto" concluyó.
Orientación vocacional: un proceso clave para los estudiantes que egresan
La profesora en Letras Mariana Villa, coordinadora del área de Ambientación y Orientación Estudiantil de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (Fhycs‑Unju), destacó la importancia de acompañar a los jóvenes en la definición de su futuro académico y profesional en un contexto de incertidumbre. “Pensar la orientación vocacional, o qué quiero para mí más adelante después de terminar la secundaria, es todo un proceso. Implica reflexionar sobre mis habilidades, mis intereses, el perfil profesional que me atrae y, sobre todo, autoconocerme en relación con la oferta académica que tenemos hoy en la provincia”, explicó Villa. La especialista remarcó que la orientación vocacional debe comprenderse como un camino que atraviesa toda la trayectoria educativa: desde la primaria, pasando por la secundaria, hasta llegar al nivel terciario o universitario.
Un servicio gratuito
Villa destacó que la Fhycs sostiene desde hace años un espacio gratuito de orientación, para estudiantes de nivel secundario, que funciona en Otero N° 262. “Los jóvenes llegan por decisión propia, se inscriben porque realmente les interesa formarse o continuar su formación en un nivel superior, aunque también se contempla la posibilidad de otras alternativas”, indicó la especialista. La docente subrayó que la participación de la familia es clave en este proceso. “Un estudiante que egresa de la secundaria debe considerar los ingresos familiares y el apoyo que recibirá en su formación. En caso contrario, es necesario pensar en las posibilidades que ofrece la provincia dentro de su oferta académica”, puntualizó.
Trabajo en red
Desde el área de Orientación y Ambientación Estudiantil se impulsa un trabajo colectivo y en red que busca descubrir los intereses, habilidades y aspiraciones de los estudiantes. Además, se ofrece un acompañamiento continuo, que incluye seguimiento a los ingresantes de primer año de las distintas carreras de la Unju. Este trabajo se articula con diferentes áreas de la Facultad, como Asuntos Estudiantiles, Tutorías, Secretaría Académica y Secretaría de Extensión, con el objetivo de facilitar la inserción de los jóvenes en el mundo universitario y potenciar su permanencia en los estudios superiores.