En el sureste de Abra Pampa, la Escuela Rural N°355 Quera fue el centro de una celebración significativa. La comunidad se reunió para marcar el fin de cursos de dos estudiantes: una niña que concluyó el nivel inicial y un alumno que terminó la primaria.
El acto, organizado con dedicación por los docentes, mostró el corazón de una institución que trasciende las aulas. Es un núcleo que une, convirtiendo a la comunidad en una familia que celebra cada logro. Este momento honró el presente de los egresados y sembró inspiración para los niños que ven en la escuela un camino hacia sus estudios.
El registro del evento, compartido por “La Yeni de Abra Pampa”, conmovió a miles. Los comentarios elogiaron la hazaña silenciosa: “Haciendo patria donde el viento ondea sin cesar, allí se escucha la paz… incluso en el desierto más árido, la vida encuentra una grieta para florecer”, escribió uno. Otro agregó: “Hermoso y de calidad. Felicitaciones a los docentes que aman su trabajo. ¡Niños felices!”.
Esta historia subraya lo esencial. Donde hay compromiso, dedicación y amor, se construyen los cimientos del futuro. La vivencia, fortalecida por el vínculo comunitario, refleja la cultura jujeña que persiste con esperanza, recordándonos la importancia de custodiar estos faros de saber y humanidad.