Portales que se abren. Fechas como éstas no son solo números en un calendario.
Son portales simbólicos que despiertan algo antiguo en el cuerpo y en el alma: hilos invisibles que nos conectan con la tierra, con la sangre, con la memoria de quienes vinieron antes.
Aunque intentemos explicarlo desde la ciencia, la psicología o la espiritualidad, hay un pulso que late más allá de las palabras: el pulso de la madre.
Imágenes ancestrales emergen como ecos: una mujer dando a luz bajo la luna; una abuela tejiendo historias junto al fuego; la Pachamama respirando bajo nuestros pies; un corazón que guarda tanto amor como heridas.
Y es justamente allí -en ese territorio íntimo, a veces luminoso y otras desgarrador- donde se abren las puertas más profundas de nuestra historia. Tomar a la madre no es solo reconciliarse con una figura externa: es abrazar nuestra raíz, permitir que la vida fluya a través de nosotros.
Parte I - La madre como portal de vida. Cuando nos atrevemos a mirar de frente ese vínculo, la madre deja de ser solo "mamá" y se convierte en un espejo: revela memorias, lealtades, vacíos y potencias.
Preguntas que nos atraviesan: ¿Qué madre tuvimos? ¿Qué huellas dejó su mirada, su voz, su ausencia o su abrazo? ¿Qué tomamos de ella y qué rechazamos sin darnos cuenta? ¿Cómo nos relacionamos con la madre de nuestros hijos: con amor, dolor, juicio o agradecimiento? ¿Qué madre fuimos, no fuimos, temimos ser? ¿Qué ocurre cuando la madre ideal se encuentra con la madre real?
La experiencia de la maternidad trasciende la presencia física: es una marca en el alma, un territorio invisible que permanece más allá de la vida y la muerte.
Cuando una madre pierde un hijo, no desaparece su identidad: se transforma. Se vuelve raíz subterránea, memoria viva, eco de amor que habita los silencios.
Desde distintos saberes, la madre es mucho más que un rol biográfico: En la psicología arquetípica, representa una fuerza colectiva, fuente de nutrición y transformación (Jung, 1998).
En la Gestalt, simboliza el primer contacto con la existencia: cómo fuimos sostenidos define cómo sostenemos la vida (Perls, Hefferline& Goodman, 1951).
En las constelaciones familiares, es la raíz del sistema: cuando no se la toma, la vida no fluye plenamente (Hellinger Institute Worldwide, s.f.).
En la cosmovisión andina, es la Pachamama: Tierra viva, femenina, creadora, sabia (Tola & Medrano, 2011).
"La madre no es solo quien gesta: es la fuerza que nos permite gestarnos a nosotros mismos una y otra vez". (Inspirado en Jung).
Sanar este vínculo no es negar el dolor, sino permitir que la savia vuelva a circular: Aceptar la imperfección humana de nuestras madres; Devolver lo que no nos pertenece; Tomar lo que sí necesitamos para florecer; Honrar sin idealizar, liberar sin negar.
Ejercicio simbólico - "Volver al útero de la tierra". Cierra los ojos. Respira profundo. Imagina que bajo tus pies hay un útero tibio, luminoso. La Pachamama te recibe sin juicio. Te sostiene. Cada inhalación une tu corazón a tu madre biológica, a la madre ancestral y a la Tierra. Cada exhalación libera juicios, culpas y heridas. Escucha la voz de tu linaje femenino: "Estás viva. Perteneces".
Parte II - La maternidad cuando el hijo ya no está. Cuando una mujer que ha sido madre de un solo hijo enfrenta su pérdida, se abre un vacío que no se nombra fácil: un hueco que toca la raíz misma de su identidad.
La pregunta "¿Si mi hijo ya no está. . . sigo siendo madre?" no busca una respuesta lógica, sino un sentido que permita seguir existiendo en un mundo que cambió de forma irreversible.
Dimensión psicológica - Identidad y rol. La maternidad no desaparece con la muerte del hijo; se transforma. El vínculo permanece en la memoria, en el cuerpo emocional y en la historia vital (Ruiz, 2017). La identidad materna se redefine, pero no se borra.
Dimensión vincular - El lazo invisible. El amor no muere. Cambia de forma. Muchas madres continúan el vínculo a través de rituales, gestos, silencios, ofrendas, memorias. La relación se vuelve interna, espiritual, simbólica.
Dimensión arquetípica y transpersonal. La madre como arquetipo trasciende la biografía personal (Jung, 2003). La experiencia de maternidad se integra en el alma como memoria sagrada: la madre no deja de serlo; se convierte en guardiana de una fuerza mayor.
Cosmovisión andina - La muerte como tránsito. Para la Pachamama, la muerte no es un corte, sino un paso. La madre se vuelve raíz viva, energía protectora, parte de un tejido espiritual que acompaña a la comunidad.
Acompañamiento terapéutico. Cuando una madre formula esta pregunta, lo que busca no es teoría: es ser reconocida. El trabajo terapéutico acompaña su transformación sin imponer sentido, permitiéndole encontrar su nueva forma de ser madre.
"La maternidad no desaparece: cambia de territorio. Pasa de lo visible a lo invisible, de lo cotidiano a lo simbólico, de lo biográfico a lo existencial".
Parte III - Cuando mamá ya no está. (Carta de reconciliación y gratitud) "Perdón por no haberte visto en tu humanidad. Hoy puedo mirarte con los ojos del alma, sin exigir, sin idealizar. Gracias por ser la madre perfecta para mi destino. Gracias por darme la vida, con tus luces y tus sombras".
Tomar a la madre -a la real, no a la ideal- es abrir las compuertas de la abundancia y de la libertad interior. Es aceptar que no hubo error, que hubo camino. Que lo que fue, fue exactamente como debía ser.
Desde las constelaciones familiares, esta mirada ordena: "La madre es la grande, yo soy la pequeña. Ella dio, yo tomé. Hoy dejo de juzgarla, y tomo la vida tal como vino a través de ella". (Hellinger Institute Worldwide, s.f.).
Cuando logramos agradecer sin negar, cuando tomamos la fuerza y no la herida, podemos hacer algo grande con nuestra vida. "No hay sanación profunda sin reconciliación con la madre que nos dio la vida y con la tierra que nos la sostiene". "Cuando tomamos a la madre, la vida nos toma a nosotros". (Pamela Arraya, licenciada en Psicología).
Bibliografía: Bert Hellinger Institute Worldwide. (s.f.). Constelaciones familiares y órdenes del amor. - Campbell, J. (2004). El héroe de las mil caras. Eliade, M. (1998). Lo sagrado y lo profano. Jung, C. G. (1998). Arquetipos e inconsciente colectivo (Vol. 9/1). Símbolos de transformación. Perls, F. S., Hefferline, R., & Goodman, P. (1951). Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality. JulianPress. Perls, F. (1980). El enfoque gestáltico y testigos oculares de la terapia. Ruiz, J. M. (2017). La madre: el primer vínculo y su impacto en la vida adulta. Schoch, R., & Mitchell, A. (2008). La sabiduría de los Andes. Tola, F., & Medrano, C. (2011). Cosmovisión andina y prácticas rituales: estudios sobre la Pachamama, Unju. Von Franz, M.-L. (1992). La interpretación de los cuentos de hadas.