Luciano Lezano asumió el martes en el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (Soeail) tras lograr una diferencia significativa de 263 votos ante la lista oficialista que le siguió. El dirigente denunció que el proceso electoral estuvo marcado por irregularidades desde la entrega del padrón, que afectó disminuyendo la participación de los afiliados por lo que del padrón de 2.470 votantes, solo 1.800 afiliados emitieron su voto en las 10 mesas habilitadas.
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Luciano Lezano asumió el martes en el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (Soeail) tras lograr una diferencia significativa de 263 votos ante la lista oficialista que le siguió. El dirigente denunció que el proceso electoral estuvo marcado por irregularidades desde la entrega del padrón, que afectó disminuyendo la participación de los afiliados por lo que del padrón de 2.470 votantes, solo 1.800 afiliados emitieron su voto en las 10 mesas habilitadas.
"Logramos 622 votos frente a los 359 del oficialismo", destacó Lezano. Pese a las dificultades, Lezano obtuvo un marcado respaldo. La lista Naranja ganó con 622 votos, la lista Azul sacó 359 votos, la Gris 311 votos, la Blanca 283 votos, la Roja 178 y la Celeste 38 votos.
Planteó que hubo una tardía distribución del padrón, apenas 48 horas antes de la votación, lo que generó confusión en localidades como Libertador General San Martín, donde algunos votaron se vieron obligados a desplazarse a otras zonas para emitir su voto.
"A la gente de Libertador le asignaron mesas en otras localidades, lo cual dificultó su participación. Incluso, muchos trabajadores debieron esperar hasta la tarde para que se los habilitara a votar con documento y recibo de sueldo en mano y otros no pudieron votar porque tenían que ingresar a trabajar", expresó Lezano. Además, reveló que la primera versión del padrón omitía a 700 trabajadores, situación que fue corregida solo tras múltiples reclamos.
Otro punto de controversia fue el tamaño de las boletas, que inicialmente no cumplían con las especificaciones de la Junta Electoral, lo cual llevó a la impresión de nuevas papeletas en un formato de 10 x 27 centímetros, a un costo total de cuatro millones de pesos. Explicó que la imprenta local no tenía el equipo necesario para realizar la impresión láser requerida, lo que generó sospechas sobre la complicidad entre la anterior dirigencia y la Junta Electoral para entorpecer el proceso.
El escrutinio final se desarrolló sin incidentes en cada una de las mesas, y todas las actas fueron labradas sin observaciones. Sin embargo, al llegar las actas de las localidades a la sede sindical, la Junta Electoral intentó realizar impugnaciones, lo que provocó que más de 500 trabajadores se concentraran frente a la sede del sindicato. Según Lezano, la junta se "atrincheró" en las oficinas para evitar enfrentamientos, llamando a asesoría legal para intentar impugnar algunas boletas para evitar el resultado electoral.
Aseguró que había un ánimo de repudio generalizado entre los trabajadores hacia la gestión saliente. Ante las tácticas dilatorias de la Junta, los trabajadores ingresaron a la sede y aseguraron que las actas se mantuvieran intactas. Finalmente, la Junta no tuvo más opción que proclamar la victoria de la lista Naranja.
Tras la proclamación oficial, Lezano y su equipo presentaron denuncias preventivas por temor a la posible retirada de documentación de las distintas sedes del sindicato, incluyendo El Talar, El Piquete, Libertador y Vinalito. "Nos organizamos para custodiar las sedes y asegurar que todos los bienes y documentos queden resguardados", explicó el flamante secretario general.
La nueva comisión directiva de Soeail está conformada por Javier Delgado como secretario adjunto, Valeria Fernández en la secretaría administrativa, Daniel Salcedo como secretario de actas, Julio Agustín Sosa en Acción Social, Gerardo Acuña como tesorero y Hugo Rodríguez a cargo de las relaciones gremiales.
Entre las primeras gestiones de la nueva conducción figura la presentación formal ante la empresa Ledesma y el Ministerio de Trabajo, además de las tramitaciones necesarias para el cambio de firma en el banco y otros asuntos administrativos que se vieron demorados por la falta de colaboración de la dirigencia saliente, que aún esperan solucionar.