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11 de Septiembre,  Jujuy, Argentina
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De muy cerquita en el ciclo “Café de Cámara”

El concierto de tono muy íntimo se hizo en un café, organizado por Rincón del Buen Vivir. La artista de gran trayectoria se lució con su música y además contó su historia con el arte.

Jueves, 11 de septiembre de 2025 00:00

Cecilia Palacios con su flauta traversa interpreta desde la música académica, pasando por el jazz, folclore, tango, rock hasta las emblemáticas creaciones del maestro Ricardo Vilca. Ella estuvo en la última edición de “Café de Cámara”, el ciclo de conciertos íntimos organizados por Carlos Palacios desde El Rincón del Buen Vivir, propuesta que invita a músicos a un concierto, en solitario, que les permite interactuar “al desnudo” y de forma cercana con el público. Entre anécdotas, historias y enseñanzas el público puede conocer al artista en profundidad.

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Cecilia Palacios con su flauta traversa interpreta desde la música académica, pasando por el jazz, folclore, tango, rock hasta las emblemáticas creaciones del maestro Ricardo Vilca. Ella estuvo en la última edición de “Café de Cámara”, el ciclo de conciertos íntimos organizados por Carlos Palacios desde El Rincón del Buen Vivir, propuesta que invita a músicos a un concierto, en solitario, que les permite interactuar “al desnudo” y de forma cercana con el público. Entre anécdotas, historias y enseñanzas el público puede conocer al artista en profundidad.

La velada, concretada recientemente, se inició con la interpretación del bailecito “Flores naturales” de los Manseros Santiagueños, seguida de otro bailecito de Daniel Vedia, con la flauta como protagonista. En esta interacción tan “de cafecito”, Cecilia Palacios compartió sus inicios en el camino de la flauta traversa y el recuerdo de cómo en una transmisión de televisión, una niña de 9 años descubre este instrumento o, a decir, por el resto de la historia, el instrumento la descubre a ella.

De una programación musical, pasamos a la causalidad, que una flauta traversa llegara a sus manos por una conjunción de actos del destino. En el año 1985 en Jujuy la flauta traversa era un instrumento desconocido por la mayoría, dijo al mencionar que en esa precisa conjunción de espacio y tiempo “alguien decide vender una flauta traversa porque no sabía cómo tocarla, y otro alguien que conocía las inquietudes de esa pequeña Ceci, sugiere a su papá que llegue a sus manos, y así fue que el instrumento la eligió a ella y el universo con algunas jugarretas también”. Cecilia Palacios, quien ya tocaba la flauta dulce y el piano de traviesa o “ututa”, citando sus palabras, empezó entonces a tocar la flauta traversa asociando y paralelizando las digitaciones entre ambas. En esa exploración, con un oído musical privilegiado, encuentra sus propios sonidos “mi voz en la flauta traversa”, de manera totalmente autodidacta.

Por su formación en piano, la artista ya leía música y como alternativa a que “todos querían tocar el piano”, ella empieza a tocar duetos de flauta traversa y piano, “mientras estudiaba piano en la escuela de música”. Así inició un camino que se bifurca infinitas veces con un punto común “Cecilia y su flauta traversa”. Con el correr de esta rueda integra diversos proyectos musicales y en ese trayecto también enfrenta los desafíos que implica ser mujer y tocar un instrumento tan particular y poco conocido, desde la resistencia en la escena local musical hasta la falta de espacios de capacitación y estudio.

Cecilia Palacios, en lugar de amedrentarse por las circunstancias, le encuentra la vuelta y el contexto quiso premiar ese esfuerzo, esa pasión y dedicación como una idea fija, “un sueño” y la determinación y el valor para conseguirlo. Así sin mucho pensar decide ir a Salta a un taller de flauta traversa, donde al escucharla y entender ese don, esa magia que pasa cuando se juntan ambas, la recomiendan con un maestro para perfeccionar sus innatas habilidades. Obviamente esta nueva etapa tendría sus retos, el nuevo maestro vivía en otra provincia.

La joven flautista jujeña además de viajar dos horas y media entre provincias, llegar a la ciudad del interior donde tenía sus clases, cruzar un río a pie y caminar otro trecho más hasta su maestro, toma este nuevo desafío.

Tiempo después viene la gran aventura, guiada casi por una fuerza mayor y sin dudarlo. Se embarca en un viaje a Chile, a un congreso con grandes popes de flauta traversa, y el destino quiso una vez más premiar su dedicación, y a ese mismísimo colectivo en viaje de regreso, antes de cruzar la Cordillera de los Andes por Mendoza, se subiría junto a varios jóvenes flautistas, nada más y nada menos que Lars Nielsen, flautista sueco argentino impulsor de la formación académica en flauta traversa en Mendoza.

La flautista y su virtuosismo no pasarían inadvertidos por Lars, siendo el inicio de una nueva ruta en su formación, los veranos en Córdoba. Palacios recordó con mucha emoción cómo en ese primer encuentro en Chile, Lars le daba lecciones en los ratos libres en los pasillos de la convención.

El tiempo siguió su inevitable curso y la artista jujeña, con una admirable fuerza de voluntad, siguió sus estudios y perfeccionamientos. Y la historia continúa con el resultado esperable cuando “la magia” fluye y el curso de las cosas es el indicado. Ese curso lleva a que Palacios como música, docente de trayectoria y actual directora de la Escuela Superior de Música, entre otros proyectos, impulse la creación de la carrera de Intérprete de flauta traversa que forma hoy parte de la oferta académica de la mencionada institución en Jujuy.

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