En un fútbol argentino marcado por la inestabilidad y las urgencias, el Club Gimnasia y Esgrima se constituye en modelo de orden institucional y proyección deportiva que se evidencia en cada uno de sus estamentos.
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En un fútbol argentino marcado por la inestabilidad y las urgencias, el Club Gimnasia y Esgrima se constituye en modelo de orden institucional y proyección deportiva que se evidencia en cada uno de sus estamentos.
Bajo la presidencia de Walter Morales, el club de calle Humahuaca atraviesa un momento futbolístico "inmejorable" en la Primera Nacional, fruto de una gestión que prioriza la solidez y la visión a largo plazo .
El éxito actual no es casualidad ni mera consecuencia del encadenamiento de buenos resultados deportivos. La dirigencia del "Lobo" tiene una visión a partir de la cual apostó por la continuidad de una dirección de trabajo, ratificando a Matías Módolo y su cuerpo técnico inmediatamente después de la eliminación la temporada pasada frente a San Telmo. "En Módolo y su cuerpo técnico vimos proyección y futuro y ellos vieron en Gimnasia un proyecto para desarrollar su trabajo con tranquilidad", explicó Morales, quien destacó la consonancia entre la filosofía del entrenador y el rumbo del club.
Esta alianza permitió a Gimnasia consolidarse como "el equipo más regular de la Primera Nacional, que atraviesa un momento futbolístico inmejorable", indicó Morales, al resaltar un logro significativo en una categoría altamente competitiva.
No obstante la promisoria performance, el titular del club "albiceleste" mantiene una postura "absolutamente consciente y moderada", transmitiendo un mensaje claro: "Todavía falta mucho". Por lo tanto, la consigna dentro del campo de juego es "no perder y seguir sumando", manteniendo "la calma y el enfoque en cada partido".
Este sentido de prudencia hizo extensivo incluso a cuestiones arbitrales, plano en el cual es conciliador al recalcar: "No tengo quejas contra los árbitros. Tenemos que estar tranquilos en este sentido".