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25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Sismos: vulnerabilidad en regiones de la provincia

Jueves, 10 de abril de 2025 01:04

La provincia de Jujuy, según estudios geológicos, se divide en tres regiones: las Sierras Subandinas (SS), la Cordillera Oriental (CO) y la Puna (P). Las SS comprenden el sudeste de los departamentos Tilcara y Tumbaya, y los departamentos de Valle Grande, Doctor Manuel Belgrano, Palpalá, San Antonio, El Carmen, Santa Bárbara, Ledesma y San Pedro. La CO abarca aproximadamente la cuenca del río Grande y su prolongación hacia el norte provincial. Por su parte, la Puna corresponde al área situada desde el límite occidental de dicha cuenca hasta el límite con Chile.

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La provincia de Jujuy, según estudios geológicos, se divide en tres regiones: las Sierras Subandinas (SS), la Cordillera Oriental (CO) y la Puna (P). Las SS comprenden el sudeste de los departamentos Tilcara y Tumbaya, y los departamentos de Valle Grande, Doctor Manuel Belgrano, Palpalá, San Antonio, El Carmen, Santa Bárbara, Ledesma y San Pedro. La CO abarca aproximadamente la cuenca del río Grande y su prolongación hacia el norte provincial. Por su parte, la Puna corresponde al área situada desde el límite occidental de dicha cuenca hasta el límite con Chile.

En nuestro territorio, la placa Sudamericana se desplaza de este a oeste, mientras que la placa de Nazca se mueve hacia el este y subduce bajo la primera. La velocidad relativa entre ambas es de aproximadamente 11 cm por año. La subducción de la placa de Nazca bajo la Puna jujeña provoca que los focos sísmicos en esa región se localicen a profundidades que superan los 200 km.

El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) clasifica el peligro sísmico del país en una escala de 0 ("muy reducido") a 4 ("muy elevado"). La Puna y la Cordillera Oriental se encuentran en la zona 2, mientras que las Sierras Subandinas, que concentran una alta densidad poblacional, se sitúan en la zona 3, considerada de peligro sísmico "elevado". Esta última región se encuentra inmediatamente por debajo de San Juan y Mendoza, provincias ubicadas en la zona 4, de peligro "muy elevado".

La mayor cantidad de eventos sísmicos se registra en la región de la Puna, en estrecha relación con el contacto de placas tectónicas. La CO actúa como una zona de transición entre la Puna y las Sierras Subandinas. De las tres regiones, la Puna representa el menor riesgo sísmico debido a su baja densidad demográfica y a la gran profundidad de los focos sísmicos. En la CO, el riesgo es mayor que en la Puna, principalmente por la mayor concentración poblacional.

Finalmente, las SS representan el mayor riesgo sísmico, ya que en ellas reside más del 90 % de la población provincial. Un factor agravante es que muchas construcciones se levantan sobre terrenos con características geológicas poco aptas para la edificación segura.

En esta región, los focos sísmicos pueden alcanzar profundidades de hasta 45 km, debido a la menor rigidez del manto en comparación con la corteza terrestre. Tanto en la CO como en las SS, el riesgo sísmico sigue en aumento por el crecimiento poblacional y la expansión urbana sobre zonas geológicamente inestables.

Las SS están formadas por bloques de corteza terrestre de diversos tamaños, que se desplazan unos respecto a otros, generando sismos. A diferencia de la Puna, estos movimientos no están directamente relacionados con la interacción entre las placas de Nazca y Sudamericana. La región presenta además una gran cantidad de fracturas geológicas, algunas de escasa extensión y otras de varios kilómetros. Es imprescindible realizar estudios de microsismicidad para identificar las fracturas activas, es decir, aquellas en movimiento y con mayor potencial de generar riesgos. Las fracturas inactivas, por ahora, no representan una amenaza.

Los seres humanos tienden a construir sobre terrenos aproximadamente horizontales, los cuales muchas veces corresponden a rellenos de materiales transportados desde zonas más elevadas. En la Puna predominan las rocas consolidadas (duras), mientras que en la CO, aunque también hay rocas consolidadas, los asentamientos suelen ubicarse sobre terrenos formados por rocas inconsolidadas o semiconsolidadas. En las SS predominan este tipo de materiales sueltos o poco compactados, incluso en zonas de serranías, donde los mantos de sedimentos inconsolidados incrementan los riesgos, especialmente cuando las construcciones avanzan sobre laderas.

 

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