Una charla acerca de las políticas culturales, las necesidades de los creadores y las experiencias vividas, tuvo lugar en el Programa "El Pulso de la Semana", que se transmite por el streaming de El Tribuno de Jujuy. Jorge "Mudo" Jamarlli y Héctor "Grillo" Garnier hablaron de sus experiencias en la música y como gestores culturales, encontrando coincidencias y diferencias enriquecedoras, y destacando que la cultura es vanguardia en la sociedad.
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Una charla acerca de las políticas culturales, las necesidades de los creadores y las experiencias vividas, tuvo lugar en el Programa "El Pulso de la Semana", que se transmite por el streaming de El Tribuno de Jujuy. Jorge "Mudo" Jamarlli y Héctor "Grillo" Garnier hablaron de sus experiencias en la música y como gestores culturales, encontrando coincidencias y diferencias enriquecedoras, y destacando que la cultura es vanguardia en la sociedad.
"Las políticas culturales son complejas por la conjunción de intervenciones que tienen el Estado, las organizaciones civiles y las comunidades organizadas, y porque muchos ponen un punto de crítica acerca del supuesto mal desempeño o sobre el poco desarrollo que tiene la creatividad, que algunos consideran ridícula, mientras sin embargo, 'el mercado' exige la liberación de esa creatividad", comenzó explicando Héctor "Grillo" Garnier.
"Por ejemplo -ejemplificó- muchas veces se dijo que el tango de Piazzolla no era tango, o más cerca, en Jujuy, se llegó a decir que la música de Ricardo Vilca no era folklore, porque no reunía los parámetros o lineamientos tradicionales del folklore. Esto nos lleva a asegurar que la política, o las políticas culturales, no tienen el dinamismo de la cultura. Tenemos políticas viejas con culturas dinámicas que están produciendo y transformando a cada momento. Y yo imagino que esas políticas culturales deben proveer las condiciones y los elementos para que los creadores tengan las cajas de herramientas para crear y transmitir. Ahora dicen que no hay plata, pero nunca hubo plata para esto", contextualizó Garnier sobre la actualidad.
A su vez, Jorge "Mudo" Jamarlli, coincidió en el protagonismo de avanzada del artista y del creador. "Tuve una experiencia importante en España, en La Cabrera, las sierras pobres de Madrid, en una reunión donde muchos artistas se quejaban de la falta de subsidios del Estado. Yo les decía que los creadores vamos en punta, y somos los que debemos buscar esas condiciones para seguir adelante, porque cuando hay subsidios, hay muchos que se quedan con eso y no producen nada importante o convocante".
Acerca de la responsabilidad del artista, destacó: "Las cosas que el artista o el creador producen tienen que tener atracción, porque salir a presionar y pedir apoyo económico para que te consideren artista no tiene sentido, cuando hay verdad, la verdad sale sola como una llama que quema hasta que aparece. Yo, para la muestra que estoy exponiendo con treinta obras en Culturarte (La Oculta Naturaleza), cada bastidor me cuesta 30 mil pesos. En vista de las necesidades, estoy pintado sobre lienzo crudo y he reemplazado los famosos colores de las pinturas Grombacher o Windsor y Newton, que son colores que se llevan de Bolivia a Alemania, les ponen el nombre y el packing y las traen carísimas. Ahora estoy pintando con anilinas bolivianas, he abaratado costos, porque lo importante es seguir trabajando, con o sin subsidios, seguir".
"Grillo" Garnier dijo que lo importante, además de estimular a los protagonistas culturales, "es ofrecer a las instituciones que trabajen en conjunto. Tratamos de hacer en su momento de presentaciones integradas entre las escuelas de teatro, de pintura, de música, por ejemplo en un homenaje a los creadores. Vuelvo a recordar al genio de Ricardo Vilca, que no sabía ni leer ni escribir música, lo trajimos a la Escuela de Música y algunos me preguntaban si era músico... y allí lo rodearon los profesores y los alumnos que sabían las técnicas y las teorías, se enriquecieron notablemente, haciendo ensambles con otros instrumentos y otras composiciones generando un aporte cultural fantástico entre un músico intuitivo y quienes tenían la profesionalidad". Terciando en la charla Jorge Jamarlli dijo: "Pasa como con las brujerías, los brujos alrededor tienen un montón de oficios, están los videntes, los ensoñadores, los diableros, etc. y componen un todo. Es como el músico, que tiene que saber de sonido, de iluminación, de lecto-escritura, de física, de matemática, para hablar el mismo idioma de los que integran los grupos".
Hablando del rol del Estado o de los gobiernos, Jamarlli manifestó: "La gente que está en el gobierno, en los gobiernos, los acepto como administradores de la gente que tiene la capacidad de crear. No tienen que darte órdenes de qué hacer, sino administrar lo que vos sos capaz de hacer", y Garnier coincidió: "Para eso tienen los recursos y la disposición, pero es muy difícil, reitero. A las políticas culturales las impulsa la sociedad, y les exigimos a los gobernantes que transformen esas vivencias en políticas, pero los políticos muchas veces no se encargan de meterse en el tema y ahí está el inconveniente, procuran hacer algo sin saber bien lo que hacen". En ese momento, "Mudo" Jamarlli agregó: "Es un problema de la educación, desde el jardín de infantes los que trabajen con los chicos deberían ser doctores en educación para introducir la enseñanza del arte". Yo presenté un día un proyecto para que la enseñanza de la música sea obligatoria desde jardín de infantes y esto vale para cualquier disciplina del arte, la danza, el teatro, etc. Pero no prosperó".
Jamarlli definió: "Si vos no le entrás al corazón a los alumnos, no pretendás educar". Y señaló que quienes podrían cambiar esto, hoy no se animan. "Es lógico -dijo- prefieren cuidar su trabajo, llenar planillas y ya está. Pero más que armar una programación, sin saber lo que pasará mañana, es bueno enfrentar el conflicto, discutir, y de allí, sacar lo mejor. Si tenés un color verde, y le ponés un poquito de rojo, al verde lo ves mejor. En la vida es igual: cuando llegás al fondo de la risa, necesitás una lágrima para que la risa sea más risa. Les decía a mis alumnos: Querés sacar más provecho de lo que tenés, tocá el opuesto...".
La extensa charla se extendió en anécdotas y ejemplos, pero el cierre lo dedicaron a opinar acerca de la Inteligencia Artificial, la cultura y el arte. "Grillo" la aceptó, reconociendo: "Tengo una nieta a la que quiero escribirle una canción y no me sale, mis intentos me resultan chiquitos. Le pedí a la IA y me hizo una canción que no me gustó, pero voy a tomar esa creación para mejorarla y poner algo de mí en un resultado final de consenso. Yo soy así, programo todo lo que hago". "Mudo" la rechazó por completo: "Porque me siento invadido, yo disfruto cuando pinto y al color lo estoy viendo, aún sin saber adónde voy. Es un consejo de Juan Carlos Entrocassi cuando me dice, pintarrajeá, mamarracheá y así soy feliz".