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13 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Reserva Natural Iberá: la mirada en el cielo y los pies en la tierra

Sabado, 03 de agosto de 2024 01:04

Como parte de la Travesía Capricornio que está recorriendo el Norte Grande de Argentina, desde hace unos 10 días estamos visitando y caminando distintos pueblos, caminos y parajes asociados a los Esteros de Iberá en Corrientes.

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Como parte de la Travesía Capricornio que está recorriendo el Norte Grande de Argentina, desde hace unos 10 días estamos visitando y caminando distintos pueblos, caminos y parajes asociados a los Esteros de Iberá en Corrientes.

La Reserva Natural de Iberá es el mayor humedal protegido de Argentina con su 1.3 millón de hectáreas y es una de las reservas ecológicas más importantes del país, por su superficie y por su biodiversidad típica de humedales subtropicales y de pastizales y malezales correntinos. Fue creada por el Gobierno provincial hace 4 décadas y desde entonces ha tenido un proceso interesante de institucionalización y puesta en valor, uno de los procesos de planificación y de gestión interinstitucional más relevantes, en la gestión y conservación de la biodiversidad de nuestro país.

Durante las primeras décadas el proceso se basó en conocer el ecosistema de la mano de muchos investigadores del Conicet (Cecoal, Ibone) y de la Universidad del Nordeste y la paulatina incorporación de los "habitantes del Estero" en la protección y atención del visitante.

Este proceso se aceleró con la llegada del magnate norteamericano Douglas Tompkins, sus ideas, sus recursos y, sobre todo, su obsesión por la conservación y la estética. Mucho cambió desde la llegada de Tompkins y su organización The Conservation Land Trust, hoy Rewilding Argentina.

La entrada de la Administración de Parques Nacionales se inicia de la mano de Tompkins, quién ofrece la donación de cerca de 200.000 hectáreas de su propiedad con la condición de que sea declarada Parque Nacional. Ello implica la sesión de la jurisdicción de la Provincia a la Nación con tratamiento y aprobación legislativa. La Provincia acepta esta condición, manteniendo el resto del área como Parque Provincial (dominio público) y Reserva Provincial (dominio privado)

A esto se fue sumando paulatinamente el interés de los municipios, empezando por Carlos Pellegrini, que vieron una oportunidad de ingresos y desarrollo turístico en este mega emprendimiento regional. Paulatinamente estos municipios se fueron transformando en los diversos "Portales del Iberá" por donde ingresan los visitantes a ritmo creciente (60.000 visitantes en 2023). Y la oferta de opciones se va diversificando, navegación, caminatas, cabalgatas, avistaje de fauna, gastronomía, cultura local.

Hoy podemos disfrutar de una naturaleza acostumbrada a interactuar con los humanos. Es muy fácil observar diversidad de aves y mamíferos, acompañados de guías bien entrenados y predispuestos a facilitar la interpretación de la naturaleza, en un contexto de servicios e infraestructura de muy alta calidad. Y todo esto ocurre entre las naturales diferencias institucionales, celos y muchas veces enfrentamientos, pero ello no afecta el objetivo final que es conservar el lugar y facilitar su conocimiento y disfrute por parte de un público ávido de experiencias naturales. El objetivo final está por encima de las muchas veces pequeñeces personales e institucionales. Una lección para muchos espacios de nuestro país, donde las diferencias se imponen sobre las necesidades compartidas.

Superados estos desafíos institucionales, los futuros desafíos estarán más asociados a los ecológicos, como mantener el paisaje y la biodiversidad asociada, frente a los cambios de uso del espacio, pasando de una actividad mayormente ganadera a su convivencia y/o reemplazo por la conservación de la naturaleza. Muy posiblemente mantener estos paisajes de sabanas arboladas, palmares y pajonales demanda un uso productivo (pastoreo y fuego). Entender en definitiva que producir y conservar son dos caras de una misma moneda, que necesitamos la producción para mantener los paisajes y para lograr un pleno desarrollo de sus habitantes, quizás el mayor desafío de nuestro país.

En conclusión, debemos planificar de manera holística y actuar eficientemente según los casos y las posibilidades, tal como ocurre en Iberá y como reza el lema de la Universidad de Tucumán que he utilizado como título de esta nota.

 

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