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24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Estudio revela: el estrés también afecta el sueño de los perros

Investigadores húngaros descubrieron que el estrés puede alterar la calidad del sueño de los perros, de manera similar a cómo afecta a los humanos.

Miércoles, 15 de enero de 2025 12:59

Un estudio reciente demostró que el estrés puede alterar la calidad del sueño de los perros, de manera similar a cómo afecta a los humanos.

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Un estudio reciente demostró que el estrés puede alterar la calidad del sueño de los perros, de manera similar a cómo afecta a los humanos.

Con el objetivo de averiguar si los patrones de sueño del perro se ven o no afectados por las situaciones experimentadas durante el día, los investigadores del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Psicología de Hungría, liderados por la Dra. Anna Kis, sometieron a un grupo de perros de diferentes razas a experiencias positivas como juegos y caricias y a otro grupo a experiencias negativas como que su humano los ignorara o que un investigador los mirara directamente a los ojos de forma amenazante.

A todos les colocaron sensores EEG y después de registrar sus respectivas experiencias, se les permitió ir a un lugar designado a descansar por un período de hasta 3 horas mientras los investigadores monitorizaban sus ondas cerebrales.

Los perros sometidos a experiencias positivas tuvieron 20 minutos más de sueño profundo que los que pasaron por una experiencia negativa, logrando así un mejor descanso. Los que fueron sometidos a experiencias negativas, en cambio, se mostraron más propensos a despertar varias veces y pasaron más tiempo en la fase REM, que es cuando el cerebro está más activo, cuando sueña y cuando capta más información del entorno, por lo que lógicamente el descanso es mínimo.

Por supuesto, una mala noche no representa ningún problema, pero si la situación se prolonga puede afectar la capacidad de aprendizaje del animal y hacer que esté un poco más irritable o incluso agresivo.

Los perros que tuvieron una mala experiencia antes de irse a dormir conciliaron el sueño en menos tiempo que los otros perros. Parece contradictorio, pero en realidad el efecto es similar al que nos ocurre a los seres humanos. Después de un día complicado, lo único que uno quiere es llegar a casa, acostarse a dormir y desconectar. Mañana será otro día. Según los expertos, lo mismo ocurre con los perros.

Después de una experiencia negativa se duermen rápido, sí, pero no descansan. Al menos no también como deberían o como necesitan hacerlo.

En las conclusiones publicadas los investigadores se muestran contundentes y asegura que: “Este resultado proporciona la primera evidencia directa de que los estímulos emocionales afectan la subsiguiente fisiología del sueño en los perros.” 

Por supuesto, hay que seguir investigando pero la confirmación científica de la influencia que tienen determinadas situaciones en la calidad del descanso del animal sirve de guía a la hora de establecer rutinas saludables que ayuden al perro a conciliar el sueño. Si queremos ayudarlo a descansar lo máximo posible, lo mejor que podemos hacer por él es proporcionarle un estado de calma y serenidad justo antes de la hora de irse a la cama.

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