Un hombre fue condenado a la pena de catorce años de prisión efectiva, luego de quedar debidamente acreditado que abusó sexualmente de sus dos hijas, en hechos ocurridos en la localidad de Fraile Pintado.
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Un hombre fue condenado a la pena de catorce años de prisión efectiva, luego de quedar debidamente acreditado que abusó sexualmente de sus dos hijas, en hechos ocurridos en la localidad de Fraile Pintado.
La defensa del condenado solicitó que cumpla condena en prisión domiciliaria, solicitud que fue negada por el Tribunal.
La resolución fue adoptada por el Tribunal con Función de Juicio integrado por los jueces Mario Ramón Puig (presidente de trámite), María Margarita Nallar y Felicia Barrios; con la secretaría a cargo de Héctor Mario Bernal.
Constituidos en el recinto de audiencias de la Oficina de Gestión Judicial, los magistrados no hicieron lugar al pedido de prisión domiciliaria para el condenado y ordenaron su inmediato traslado al Servicio Penitenciario de la provincia, para su alojamiento e incorporación al régimen de progresividad de la pena.
El hombre fue hallado autor penalmente responsable de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal en tres hechos, abuso sexual simple reiterado, todos agravados por el vínculo y por ser cometido contra una persona menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia en concurso real", ilícitos ocurridos en contra de sus dos hijas en la localidad de Fraile Pintado.
Finalmente, una vez firme y consentida la sentencia, se ordenó la obtención del perfil genético del sentenciado a efectos de su incorporación al Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
Sobre los hechos
Según la requisitoria de la Fiscalía, los hechos ocurrieron durante el lapso de tiempo comprendido entre los años 2006 y 2007, cuando el hombre se encontraba al cuidado de una de sus hijas, que en ese entonces tenía 10 años, conviviendo con ella, su madre y su hermana en un domicilio de la localidad de Fraile Pintado.
El acusado, aprovechando que estaba a solas con si víctima menor de edad, valiéndose de amenazas y engaños abusó sexualmente de ella.
Situación que se repitió durante el año 2009, cuando la niña tenía trece años de edad, en circunstancias que el inculpado al enterarse que ella había iniciado una relación de noviazgo con una persona de su misma edad, en forma violenta y haciendo uso de la fuerza, la llevó al dormitorio del inmueble en el que convivían y la obligó a mantener relaciones sexuales.
Tal conducta la llevó a cabo en un número indeterminado de veces hasta que la víctima cumplió 16 años de edad y alertó a su progenitora sobre los hechos del que era víctima de su padre.
El segundo hecho por el que fue juzgado el depravado, tuvo lugar una noche del año 2009, mientras otra de sus hijas, que en esos momentos tenía 10 años de edad, dormía en su habitación en una vivienda ubicada también en la localidad de Fraile Pintado.
En esos momentos, el sujeto abusó sexualmente de su otra hija, situación que se repitió en diversas oportunidades, según quedaron acreditadas en el expediente judicial.
Con posterioridad, el inculpado continuó con los vejámenes en un número indeterminado de veces, hasta que la víctima también cumplió los 16 años de edad.
Sobre los alegatos
En la producción de los alegatos, el fiscal ante el Tribunal, Alfredo José Blanco, solicitó para el acusado la pena de 17 años de prisión, al igual que la querella, representada por Ana Laura Eliazarian del Centro de Asistencia a la Víctima del Ministerio Público de la Acusación.
En tanto, el defensor técnico del enjuiciado, Argentino Eligio Juárez, requirió la absolución por el beneficio de la duda.
