Tal vez el título resulte agresivo, pero realmente es lo que está sucediendo en la provincia por la proliferación de campañas oftalmológicas de dudosa procedencia, sin profesionales a cargo y que cuando estos aparecen, no están registrados como la ley ordena para el ejercicio en la provincia. Concretamente carecen de matrícula que los habilite “y decimos de la preocupación porque también vemos en ferias, vía pública y comercios de ropa, donde la venta de anteojos se hace de manera indiscriminada, sin el control y el asesoramiento profesional que requiere un elemento que puede causar serios daños en el órgano de la visión”, expresaron desde el Colegio de Ópticos de Jujuy.
Constantemente la institución profesional de la provincia hace las denuncias correspondientes ante las autoridades y estas, inmersas en la burocracia, actúan a destiempo y a veces sin conocer la vigencia de la Ley 4386/88.
La óptica
La óptica es considerada una actividad esencial para la salud visual de la población, como quedó demostrado durante la pandemia, a pesar de ello, no está siendo reconocida por las autoridades, ni municipales ni provinciales, tal es el caso de supuestas ópticas habilitadas por los municipios sin que cuenten, como dice la Ley, con la habilitación del Colegio ni el control de un profesional a cargo.
“Estamos realmente ante un desconocimiento de las leyes, cada ministro o autoridad competente que se integra a la comuna o al Ministerio, el Colegio le acerca toda la información, (y tendría que ser conocida) de una ley para que se interiorice de la misma y que actúe en defensa de la salud visual”, señalaron.
El Colegio, más allá de las denuncias y la lucha para el cumplimiento de las leyes y ordenanzas, es una Institución que se encarga de las habilitaciones y el control de las matriculas , lleva un entendimiento con todas las fuerzas vivas de la provincia y participa de cónclaves y reuniones con otros colegios, cámaras e Instituciones del país, siempre en busca de posicionar a la óptica y a sus matriculados en el sitio que le corresponde de acuerdo a su importancia , tanto social como en el ámbito de la salud.
“Dentro de nuestras responsabilidades está la de concientizar a la población de los peligros que implica hacer anteojos fuera de las casas habilitadas, poner a sus ojos en manos de inescrupulosos que, bajo la máscara de las necesidades económicas, lucran con el desconocimiento y la confianza de la gente, a veces hasta apoyados por funcionarios que están ajenos a las reglamentaciones y son engañados en su buena fe y otros que conocen , pero por conveniencia política acceden a facilitar un lugar para la realización de estas campañas ilegales”, manifestaron desde la entidad y sostuvieron que “no estamos en contra de nadie, solamente pretendemos que, viviendo en una sociedad equilibrada, se cumpla con la ley y los requerimientos que surgen de esta”.
Informan y repiten hasta el cansancio, que está prohibida la venta y comercialización de anteojos fuera de las casas de óptica, “es decir en las calles y ferias donde hay gente vendiendo anteojos de sol y pre graduados (con aumento) sin control alguno, ni el producto ni sus potenciales vendedores, a la vista de inspectores que, cuando los notificamos solo nos envían a hacer la denuncia a espacios públicos o a control comercial, para iniciar allí la vuelta burocrática que termina en la nada”.
Las ópticas son también comerciantes pero que cumplen (y nos hacen cumplir) con las obligaciones tributarias que se exigen en una sociedad, y están convencidos que la vara no mide a todos de la misma manera, escondida en la necesidad se está potenciando la ilegalidad y la desigualdad.
Solicitan por lo tanto la urgente participación de las autoridades para poner coto a esta situación, que no hace más que demostrar la igualdad entre lo legal y lo informal y que hoy no permite crecer a quienes “nos consideramos cumplidores de las reglas de convivencia, ante la competencia desleal, abanderada en la necesidad de la gente”.