Cuando los perros empezaron a ladrarnos, siguió contando Perla, Franco y yo, que como recordarán éramos dos zorros, empezamos a correr. Entonces descubrimos que nuestro primo Tito, que tenía la misma condición animal, nos había seguido. Papá, que nunca había dejado de ser persona y que esperaba triste saber alguna vez qué había sucedido con su hija y sus sobrinos, salió de la casa con una escopeta. Cuando lo vi apuntarnos, le grité que no lo hiciera, que aunque no me reconociera era yo, su hija, pero él sólo pudo escuchar mis gruñidos.
inicia sesión o regístrate.
Cuando los perros empezaron a ladrarnos, siguió contando Perla, Franco y yo, que como recordarán éramos dos zorros, empezamos a correr. Entonces descubrimos que nuestro primo Tito, que tenía la misma condición animal, nos había seguido. Papá, que nunca había dejado de ser persona y que esperaba triste saber alguna vez qué había sucedido con su hija y sus sobrinos, salió de la casa con una escopeta. Cuando lo vi apuntarnos, le grité que no lo hiciera, que aunque no me reconociera era yo, su hija, pero él sólo pudo escuchar mis gruñidos.
Cuando escuché la detonación, temí lo peor, y lo peor era lo que estaba ocurriendo. Tito se escondió rengueando tras unas cortaderas y Franco me miró desesperado, esperando que escapara tras él, pero no lo hice porque escuché la voz de papá llamándome. Franco, que seguía siendo zorro, me miró espantado.
Cuando papá me abrazó, yo ya tenía la figura de la niña que había sido y llevamos a casa el cuerpo de ese zorro que había cazado y que yo sabía que era mi primo Tito. Nunca nadie supo nada de mis primos, ni yo conté nada de esto antes de hoy, les dijo Perla a Blanca y Aurelia antes de regresar a la casa.
Me lo explicaron mucho después, pero esa noche no pude comprender la causa por la que Perla se pasó las horas mirando por la ventana, como si esperara ver que apareciera alguien. Lo que esperaba era volver a ver a su primo, a Franco, a quien había abandonado entre la bestialidad de los zorros, pero no regresó, sin duda porque los perros del barrio estaban alertados.