Un año más, llega el 31 de diciembre; despedimos un año, recibimos a otro. Hacemos balance del año que se extingue, planteamos nuestros objetivos para el año que llega. . Pero el año nuevo no llega al mismo tiempo en todo el planeta.
La rotación del planeta Tierra hace que hora a hora, las diversas regiones reciban al nuevo año, conforme van llegando las 12 de la noche en su zona horaria.
inicia sesión o regístrate.
Un año más, llega el 31 de diciembre; despedimos un año, recibimos a otro. Hacemos balance del año que se extingue, planteamos nuestros objetivos para el año que llega. . Pero el año nuevo no llega al mismo tiempo en todo el planeta.
La rotación del planeta Tierra hace que hora a hora, las diversas regiones reciban al nuevo año, conforme van llegando las 12 de la noche en su zona horaria.
Cada país, y en los países suficientemente grandes, cada región, lo hace en un orden que depende de una infinidad de factores, aunque el principal es la ubicación geográfica respecto al meridiano 180 que es el que se emplea en todo el mundo como línea internacional de cambio de fecha.
Los cambios de hora según las regiones y los países son un acuerdo internacional que data de 1884 cuando se dividió la tierra en 24 husos horarios.
La isla Navidad, en la República de Kiribati, ubicada al noroeste de Australia, en cada 31 de diciembre es el primer lugar del mundo en recibir el año nuevo. Los 5 mil habitantes del archipiélago compuesto por 33 atolones, serán los primeros en celebrar la llegada del 2019.
A partir del 2011, este privilegio está compartido con las islas de Samoa y Tokelau, ambas en el Océano Pacífico. Hasta ese año estaban en el último huso horario, pero sus respectivos gobiernos decidieron adelantar su hora lo que les hizo pasar de día.
Ese año se aprobó la Ley de la Línea Internacional de Cambio de Fecha que suprimió el día 30 de diciembre, pasando de la noche del 29 directo a la madrugada del 31.
Esto para sincronizar el tiempo de la isla con sus principales socios comerciales, con quienes tenía un horario completamente opuesto. Así Samoa pasó de ser el último país en recibir el año nuevo a uno de los primeros.
