La importancia del agua se debe a que es un recurso vital, e indispensable para la vida. No se debe olvidar que, si bien cubre gran parte de la Tierra, solamente el 2,53% es agua dulce, y de ese pequeño porcentaje una dos terceras partes está congelada en glaciares o en lugares con nieves perpetuas.
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La importancia del agua se debe a que es un recurso vital, e indispensable para la vida. No se debe olvidar que, si bien cubre gran parte de la Tierra, solamente el 2,53% es agua dulce, y de ese pequeño porcentaje una dos terceras partes está congelada en glaciares o en lugares con nieves perpetuas.
La reflexión pertenece a docentes jujeños que dictaron recientemente un curso de la Maestría en riego y uso agropecuario del agua, en la Universidad Nacional de Chilecito, de La Rioja. Abordaron la temática de Desarrollo rural y planeamiento hídrico, en el marco de la mencionada maestría académica de las universidades nacionales de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Chilecito, Salta y Jujuy. Este posgrado tiene como director a Gabriel Angella, de Santiago del Estero, y todas las provincias participantes tienen representantes que se reúnen de manera periódica para que se cumpla con los objetivos preestablecidos.
La delegación jujeña estuvo integrada por los docentes Gabriela Fernández, Laura Diez Yarade y Carlos Torres. "En la Universidad Nacional de Chilecito, Juan José Meleh nos brindó las condiciones para que el desarrollo del curso fuera aprovechado por todos los participantes", destacaron. Y agregaron que durante cinco días se trabajaron con clases en la Universidad y hubo una jornada de campo conociendo en terreno las distintas realidades de esa región de La Rioja.
Gabriela Fernández sostuvo que siendo el NOA una región donde las producciones agropecuarias con riego son de suma importancia, es que se hace relevante conocer, planificar y formular proyectos relacionados al tema hídrico. Se sabe que el riego es una importante herramienta del desarrollo rural, tanto por lo que se refiere a la equidad del acceso al agua, como al aumento de la productividad que este implica, con los consecuentes aumentos de empleo y de los ingresos de los agricultores.
Nuestra región tiene un gran déficit de precipitaciones, lo que determina zonas áridas y semiáridas donde el desarrollo productivo está supeditado a contar con fuentes de agua superficial y subterráneas, de allí que su administración y buen uso es de fundamental importancia, enfatizó.
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