Tras el testimonio de una de las víctimas de los abusos en el Instituto Antonio Próvolo, en el departamento mendocino Lujan de Cuyo, el fiscal solicitó el arresto de una monja señalada como encubridora de los curas acusados de pederastas.
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Tras el testimonio de una de las víctimas de los abusos en el Instituto Antonio Próvolo, en el departamento mendocino Lujan de Cuyo, el fiscal solicitó el arresto de una monja señalada como encubridora de los curas acusados de pederastas.
Según trascendió, el fiscal pediría la captura no sólo nacional sino también internacional porque sospecha que la monja Kosaka Kumiko se encuentra fuera del país, no se descarta que esté residiendo en Paraguay.
Una versión a la cual tuvo acceso el Diario UNO indica por otra parte que la Justicia había pedido informes al Arzobispado de Mendoza sobre el destino actual de Kumiko y desde allí habrían respondido que estaría en otra provincia.
El abogado querellante de la causa, Sergio Salinas, señaló que "ha quedado clara la participación y el grado de complicidad de esta monja que enseñaba lenguaje de señas".
"En el último testimonio, ella fue señalada como la persona que le puso el pañal a una menor de 5 años, ocultando la violación de la niña, lo cual la hace cómplice primaria del delito de abuso", agregó.
Esta semana una adolescente, con identidad reservada, denunció ante la Justicia que el sacerdote Horacio Corbacho, de 56 años, actualmente detenido, no sólo se dedicaba a vejámenes en su contra sino también contra otros niños sordos mientras duró su estadía en el instituto.
En el transcurso de su escalofriante relato la chica dijo que fue violada vía anal y vaginal desde cuando tenía cinco años por Corbacho.