Sr.Director:
La detención de César Milani muestra la hipocresía que había en el gobierno kirchnerista con respecto a la defensa de los Derechos Humanos. Por un lado se rasgaban las vestiduras y cooptaban asociaciones como Madres de Plaza de Mayo y por el otro ponían al frente del Ejército a genocidas que no habían perdido sus mañas.
Mientras Cristina Fernández de Kirchner y Hebe de Bonafini se llenaban la boca tratando de defender a Milani, Morales lo denunciaba por el uso de las fuerzas armadas para espiar a políticos opositores y periodistas.
En ese momento, Morales declaraba: “Tengo informaciones concretas de que en el Edificio Libertador hay una sala de situación, en el séptimo piso, en el que están realizando tareas de inteligencia interior en forma clandestina. Me advirtieron que yo soy uno de los objetivos y que hay otros políticos y periodistas como Daniel Santoro. Con algunos de ellos ya he hablado de la delicada situación y sobre mí, me han dicho que investigan mis movimientos y situación personales”.
Esta denuncia fue una de las tantas que iniciaron causas judiciales sobre Milani. La más importante es sobre posible enriquecimiento ilícito ya que declaraba un sueldo de $ 15.000 y poseía vastas propiedades en Capital Federal y en la Provincia de Córdoba, lo que resultaba por lo menos sospechoso.
La causa de La Rioja por la que el exjefe del Ejército está detenido no es la única que pesa sobre él, ya que en los últimos días tuvo que declarar por una causa similar en la provincia de Tucumán donde se investiga la desaparición del Soldado Ledo.
Esta situación nos tiene que servir para aprender que los Derechos Humanos no son solo por un lado bajar cuadros y por el otro convertirse en sus cómplices, sino comprometerse en alcanzar la verdad y juzgar a los culpables.
Renán Dada
Diputado provincial UCR
