La escultura, colocada la semana pasada frente al consulado japonés en la ciudad costera de Busan, al sureste de Corea del Sur, provocó ayer que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, instara al país vecino a que la retiren, luego que el viernes pasado le había pedido a sus representes diplomáticos que abandonen Seúl.
En un programa televisivo de la cadena de noticias NHK, Abe instó al Ejecutivo surcoreano a cumplir el acuerdo que ambos países alcanzaron en 2015 para zanjar el asunto sobre esclavitud sexual y abusos que sufrieron miles de mujeres durante los años treinta y, sobre todo, al final de la Segunda Guerra Mundial, concluida en 1945.
El convenio contempla disculpas oficiales de Japón y una compensación económica de mil millones de yenes (unos 8,5 millones de dólares) para restaurar "el honor y la dignidad" de las víctimas.
El primer ministro japonés afirmó que su país cumple sus obligaciones sinceramente e destacó a Corea del Sur que honrar el acuerdo "es una cuestión de credibilidad nacional, incluso si el gobierno cambia", según recogió NHK.
"Pedimos repetidamente a Corea del Sur que se encargara de resolver este asunto de forma apropiada, pero la situación no mejoró, así que tomamos esta medida", explicó el vocero del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga.
La escultura, la segunda de este tipo emplazada frente a misiones diplomáticas de Japón en el extranjero, representa a una niña descalza vestida con el traje tradicional surcoreano, y simboliza a las víctimas de abusos sexuales cometidos por las tropas japonesas de la ocupación.
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La escultura, colocada la semana pasada frente al consulado japonés en la ciudad costera de Busan, al sureste de Corea del Sur, provocó ayer que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, instara al país vecino a que la retiren, luego que el viernes pasado le había pedido a sus representes diplomáticos que abandonen Seúl.
En un programa televisivo de la cadena de noticias NHK, Abe instó al Ejecutivo surcoreano a cumplir el acuerdo que ambos países alcanzaron en 2015 para zanjar el asunto sobre esclavitud sexual y abusos que sufrieron miles de mujeres durante los años treinta y, sobre todo, al final de la Segunda Guerra Mundial, concluida en 1945.
El convenio contempla disculpas oficiales de Japón y una compensación económica de mil millones de yenes (unos 8,5 millones de dólares) para restaurar "el honor y la dignidad" de las víctimas.
El primer ministro japonés afirmó que su país cumple sus obligaciones sinceramente e destacó a Corea del Sur que honrar el acuerdo "es una cuestión de credibilidad nacional, incluso si el gobierno cambia", según recogió NHK.
"Pedimos repetidamente a Corea del Sur que se encargara de resolver este asunto de forma apropiada, pero la situación no mejoró, así que tomamos esta medida", explicó el vocero del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga.
La escultura, la segunda de este tipo emplazada frente a misiones diplomáticas de Japón en el extranjero, representa a una niña descalza vestida con el traje tradicional surcoreano, y simboliza a las víctimas de abusos sexuales cometidos por las tropas japonesas de la ocupación.