El historiador Jorge Avalos Sosa recuerda esta fecha que fue motivo de su investigación y la publicación de "Conquista del Tucumán - Entrada de Diego de Rojas", que trata sobre la primera incursión de tropas españolas en la Quebrada de Humahuaca al mando de Nicolás de Heredia.
La documentación está avalada por el historiador Daniel Santamaría, y el obispo de Jujuy en ese momento, Marcelo Palentini, quien destacó que el trabajo confrontado con el Padre Alonso, experto en investigaciones referidas a la Quebrada, destacó la investigación. Así también la Secretaría de Cultura y el Ministerio de Educación, entre otras instituciones que respaldan la investigación. Así también Avalos Sosa expuso su trabajo en ámbitos académicos.
Este trabajo se declaró de Interés Educativo, pero aun no fue incorporado como tema en las escuelas para profundizar la historia de Jujuy. Así también es un valioso aporte en el marco de la declaración de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Avalos Sosa empezó a investigar y a estudiar después que se jubiló, como maestro normal nacional, allá por el 2000. Su interés estuvo en revisar la historia de la conquista colonial de América, basándose en la documentación del Consejo de Indias, y las investigaciones sobre Argentina que realizaron grandes historiadores y que los cruzó con otros datos.
En este proceso también resalta la figura de un sacerdote olvidado por los jujeños, que es el padre jesuita Pedro Lozano, cuyos restos descansan en Uquía. Solo un cartel señala su morada, olvidando la gran labor que dejó para la memoria de los jujeños. Lozano fue un gran historiador, que fue base de otros historiadores.
Avalos Sosa en su libro relata que la Quebrada de Humahuaca fue descubierta tras una expedición que se origina en Cuzco en 1542, con Diego de Rojas, Felipe Gutiérrez y Nicolás de Heredia, quienes conceden 30 mil pesos oro para emprender la expedición que debía entrar al Tucumán. Así es que en 1573 penetran en el territorio norte del país por la zona del Camino del Inca, casi paralelo a la actual ruta 40. La comitiva llegó a los Valles Calchaquíes, Santa María, Tafí del Valle y en tierras tucumanas instaló un fuerte. Así se dedica a conocer su gente y el lugar.
Luego en Santiago del Estero una flecha envenenada hiere a Diego de Rojas y se produce un hecho muy triste, ya que Catalina Encizo, esposa de Felipe Gutiérrez, se ofrece a curar a Rojas, pero pareciera que le adelanta la muerte. Por ello Rojas toma presos a la pareja y la envía de regreso a Cuzco.
Nicolás de Heredia no se encontraba en ese lugar, porque era el encargado de custodiar a la avanzada, cuidando la retaguardia. Rojas antes de morir designa a un hijo adoptivo para que sea jefe Francisco de Mendoza, quien sigue la expedición. Continua por tierras santiagueñas, Sierras de Calamuchita y empalma al Río de la Plata.
La expedición regresa a Córdoba y un soldado se enemista con de Mendoza y lo asesina una noche. El único natural que queda es Nicolás de Heredia y consulta a la gente si continúan a Asunción del Paraguay o regresan al Cuzco.
Deciden volver al Cuzco. De Heredia ordena hacerlo por un camino desconocido, por la Ruta de los Incas. Llegan a Chicoana, Salta, y envían una avanzada para conocer los alrededores, conociendo Jujuy.
Vuelven con la noticia que en Jujuy los ocloyas le cuentan sobre la Quebrada y que estaba habitada por los omaguacas. En invierno de 1546 empiezan a recorrer tierras jujeñas y penetran la Quebrada de Humahuaca y al pasar se produce una "guasábara" (ataque aborígen), matando a un soldado.
Nicolás de Heredia supera la situación y continúa viaje al norte. Al llegar a Potosí, se encuentra con un problema político: el enriquecimiento de los encomenderos y la decisión del rey Carlos V que no se den más encomiendas por el maltrato a los aborígenes.
De Heredia dejó soldados por estas tierras y decidió encolumnarse con la gente del Rey para pelear contra los encomenderos.
Así es que con su tropa va al Valle de Pocona, y cuando estaban reunidos para luchar aparece el lugarteniente Carabajal, subalterno de Almagro, que ataca al grupo en la madrugada del 8 de julio de 1846.
Avalos Sosa resaltó el descubrimiento, ya que después empiezan a ingresar por la Quebrada de Humahuaca para fundar la República Argentina: así será Santiago del Estero, Salta, La Rioja, Jujuy y Salta.
Así también Juan de Garay, que funda Córdoba y Buenos Aires y que era soldado de Nuñez Del Prado, un español que ingresa en la tercera entrada al territorio argentino, luego de las de Diego de Almagro y de Diego de Rojas.
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El historiador Jorge Avalos Sosa recuerda esta fecha que fue motivo de su investigación y la publicación de "Conquista del Tucumán - Entrada de Diego de Rojas", que trata sobre la primera incursión de tropas españolas en la Quebrada de Humahuaca al mando de Nicolás de Heredia.
La documentación está avalada por el historiador Daniel Santamaría, y el obispo de Jujuy en ese momento, Marcelo Palentini, quien destacó que el trabajo confrontado con el Padre Alonso, experto en investigaciones referidas a la Quebrada, destacó la investigación. Así también la Secretaría de Cultura y el Ministerio de Educación, entre otras instituciones que respaldan la investigación. Así también Avalos Sosa expuso su trabajo en ámbitos académicos.
Este trabajo se declaró de Interés Educativo, pero aun no fue incorporado como tema en las escuelas para profundizar la historia de Jujuy. Así también es un valioso aporte en el marco de la declaración de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Avalos Sosa empezó a investigar y a estudiar después que se jubiló, como maestro normal nacional, allá por el 2000. Su interés estuvo en revisar la historia de la conquista colonial de América, basándose en la documentación del Consejo de Indias, y las investigaciones sobre Argentina que realizaron grandes historiadores y que los cruzó con otros datos.
En este proceso también resalta la figura de un sacerdote olvidado por los jujeños, que es el padre jesuita Pedro Lozano, cuyos restos descansan en Uquía. Solo un cartel señala su morada, olvidando la gran labor que dejó para la memoria de los jujeños. Lozano fue un gran historiador, que fue base de otros historiadores.
Avalos Sosa en su libro relata que la Quebrada de Humahuaca fue descubierta tras una expedición que se origina en Cuzco en 1542, con Diego de Rojas, Felipe Gutiérrez y Nicolás de Heredia, quienes conceden 30 mil pesos oro para emprender la expedición que debía entrar al Tucumán. Así es que en 1573 penetran en el territorio norte del país por la zona del Camino del Inca, casi paralelo a la actual ruta 40. La comitiva llegó a los Valles Calchaquíes, Santa María, Tafí del Valle y en tierras tucumanas instaló un fuerte. Así se dedica a conocer su gente y el lugar.
Luego en Santiago del Estero una flecha envenenada hiere a Diego de Rojas y se produce un hecho muy triste, ya que Catalina Encizo, esposa de Felipe Gutiérrez, se ofrece a curar a Rojas, pero pareciera que le adelanta la muerte. Por ello Rojas toma presos a la pareja y la envía de regreso a Cuzco.
Nicolás de Heredia no se encontraba en ese lugar, porque era el encargado de custodiar a la avanzada, cuidando la retaguardia. Rojas antes de morir designa a un hijo adoptivo para que sea jefe Francisco de Mendoza, quien sigue la expedición. Continua por tierras santiagueñas, Sierras de Calamuchita y empalma al Río de la Plata.
La expedición regresa a Córdoba y un soldado se enemista con de Mendoza y lo asesina una noche. El único natural que queda es Nicolás de Heredia y consulta a la gente si continúan a Asunción del Paraguay o regresan al Cuzco.
Deciden volver al Cuzco. De Heredia ordena hacerlo por un camino desconocido, por la Ruta de los Incas. Llegan a Chicoana, Salta, y envían una avanzada para conocer los alrededores, conociendo Jujuy.
Vuelven con la noticia que en Jujuy los ocloyas le cuentan sobre la Quebrada y que estaba habitada por los omaguacas. En invierno de 1546 empiezan a recorrer tierras jujeñas y penetran la Quebrada de Humahuaca y al pasar se produce una "guasábara" (ataque aborígen), matando a un soldado.
Nicolás de Heredia supera la situación y continúa viaje al norte. Al llegar a Potosí, se encuentra con un problema político: el enriquecimiento de los encomenderos y la decisión del rey Carlos V que no se den más encomiendas por el maltrato a los aborígenes.
De Heredia dejó soldados por estas tierras y decidió encolumnarse con la gente del Rey para pelear contra los encomenderos.
Así es que con su tropa va al Valle de Pocona, y cuando estaban reunidos para luchar aparece el lugarteniente Carabajal, subalterno de Almagro, que ataca al grupo en la madrugada del 8 de julio de 1846.
Avalos Sosa resaltó el descubrimiento, ya que después empiezan a ingresar por la Quebrada de Humahuaca para fundar la República Argentina: así será Santiago del Estero, Salta, La Rioja, Jujuy y Salta.
Así también Juan de Garay, que funda Córdoba y Buenos Aires y que era soldado de Nuñez Del Prado, un español que ingresa en la tercera entrada al territorio argentino, luego de las de Diego de Almagro y de Diego de Rojas.