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La UE comienza hoy a deportar refugiados

Lunes, 04 de abril de 2016 01:30
Las autoridades turcas esperan hoy la llegada de entre 400 y 500 refugiados de Medio Oriente que serán deportados desde Grecia, en cumplimiento de uno de los puntos más cuestionados del millonario acuerdo
El ministro del Interior turco, Efkan Ala, informó que "el acuerdo comenzará a aplicarse hoy y hasta ahora Grecia nos ha dado 400 nombres, quizás el número suba a 500", según la cadena local CNN Turk .
Se estima que hasta el miércoles unos 750 inmigrantes serán enviados en dos barcos desde la isla de Lesbos.

Este plan europeo para deportar refugiados y luego readmitir a algunos demandantes de asilo desde Turquía entró en vigor el 20 de marzo pasado y de inmediato generó críticas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y de numerosas ONG, que aseguran que Ankara practica devoluciones forzosas y que no se protege a los refugiados.
Incluso, Amnistía Internacional (AI) acusó a Turquía de obligar a miles de refugiados a regresar a Siria en los últimos meses y a la UE de "ignorar a propósito" las prácticas "ilegales" de Ankara para garantizarse un acuerdo que permita frenar la llegada de refugiados, que sólo el año pasado superaron el millón.
Pese a este repudio generalizado, Alemania ve posible replicar este acuerdo con África del Norte para frenar la ruta del Mediterráneo, la segunda más importante para los refugiados e inmigrantes de Medio Oriente y África que intentan llegar a Europa a través de los caóticos puertos de Libia.
Miles de migrantes a lo largo de Grecia temen las consecuencias que tendrá el pacto que comenzará a ponerse en práctica desde hoy y que el Parlamento en Atenas refrendó el viernes pasado.
Los refugiados no quieren quedarse a vivir en Grecia ya que no es fácil encontrar trabajo en medio de la crisis económica que atraviesa el país, pero desde hace semanas que quedaron varados dentro del país, luego que los países de la ruta de los Balcanes cerraran unilateralmente sus fronteras.
"Estamos a la espera de violencia. La gente, en la desesperación, tiende a ser violentos", advirtió el vocero de la migración del gobierno griego, Giorgos Kyritsis.
"Toda la filosofía de este acuerdo es para disuadir el tráfico de personas (hacia Europa) desde la costa turca, pero va a ser difícil y estamos tratando de utilizar un enfoque suave". "Estas son personas que huyeron de la guerra, ellos no son criminales", enfatizó el funcionario griego.
También se podrían involucrar otras islas del Egeo con grandes poblaciones de refugiados y migrantes, como Chios.

Turquía se prepara para recibir a los refugiados

Además de las denuncias de organismos internacionales de derechos humanos, la Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) de la UE advirtió hoy que no cuenta ni siquiera con la mitad de los policías necesarios para implementar el acuerdo con Turquía.
Según sus cálculos, Frontex necesita unos 1.500 efectivos, además de 50 expertos en materia de deportaciones; sin embargo, “los estados miembros de la UE se comprometieron al envío de casi 700 funcionarios y 44 expertos”, explicó una vocera de la institución.
Además denunció que el gobierno griego sigue esperando la llegada de “los expertos legales y la traductores que dijeron que iban a mandar”.
Mientras que la UE planea deportar a todos los refugiados e inmigrantes que lleguen desde el Mediterráneo, el ministro del Interior turco, Ala, anunció que su gobierno deportará a su vez a todos aquellos ciudadanos de Pakistán, Afganistán e Irak que lleguen a su país desde Europa. “No serán tratados de la misma forma que los sirios”, aclaró, haciendo referencia a que estos sí serán tratados como refugiados, pese a que tanto en Pakistán, como en Afganistán y en Irak, hay profundos conflictos armados que atentan todos los días contra la población civil.
Ala explicó que una vez que los demandantes de asilo lleguen a suelo turco desde Europa serán enviados a campos de recepción temporales en Anatolia, en el interior del país. Cuanto más se acerca el inicio de las deportaciones, más crece la tensión política alrededor del acuerdo entre Turquía y la UE.
El gobierno turco rechazó las últimas acusaciones en su contra por su política de derechos humanos y presuntas deportaciones masivas de refugiados sirios, publicada la semana pasada por Amnistía Internacional.
“Las alegaciones no reflejan de ningún modo la realidad”, respondió en un comunicado la Cancillería y sostuvo que Turquía “no cambió la política de puertas abiertas hacia los refugiados que aplica desde hace años y que permitió que casi tres millones de sirios” se hayan instalado en ese país.
En las últimas horas, cientos de turcos que viven en Dikili protestaron contra la construcción de un centro de recepción en su ciudad. La misma tensión se sintió también en Alemania y Austria.
Pese a las protestas en las calles y las denuncias de la ONU y el mundo humanitario, el gobierno alemán sigue convencido que las deportaciones masivas a Turquía y el cierre de fronteras exteriores de la UE es la solución para la llamada crisis de refugiados.

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Las autoridades turcas esperan hoy la llegada de entre 400 y 500 refugiados de Medio Oriente que serán deportados desde Grecia, en cumplimiento de uno de los puntos más cuestionados del millonario acuerdo
El ministro del Interior turco, Efkan Ala, informó que "el acuerdo comenzará a aplicarse hoy y hasta ahora Grecia nos ha dado 400 nombres, quizás el número suba a 500", según la cadena local CNN Turk .
Se estima que hasta el miércoles unos 750 inmigrantes serán enviados en dos barcos desde la isla de Lesbos.

Este plan europeo para deportar refugiados y luego readmitir a algunos demandantes de asilo desde Turquía entró en vigor el 20 de marzo pasado y de inmediato generó críticas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y de numerosas ONG, que aseguran que Ankara practica devoluciones forzosas y que no se protege a los refugiados.
Incluso, Amnistía Internacional (AI) acusó a Turquía de obligar a miles de refugiados a regresar a Siria en los últimos meses y a la UE de "ignorar a propósito" las prácticas "ilegales" de Ankara para garantizarse un acuerdo que permita frenar la llegada de refugiados, que sólo el año pasado superaron el millón.
Pese a este repudio generalizado, Alemania ve posible replicar este acuerdo con África del Norte para frenar la ruta del Mediterráneo, la segunda más importante para los refugiados e inmigrantes de Medio Oriente y África que intentan llegar a Europa a través de los caóticos puertos de Libia.
Miles de migrantes a lo largo de Grecia temen las consecuencias que tendrá el pacto que comenzará a ponerse en práctica desde hoy y que el Parlamento en Atenas refrendó el viernes pasado.
Los refugiados no quieren quedarse a vivir en Grecia ya que no es fácil encontrar trabajo en medio de la crisis económica que atraviesa el país, pero desde hace semanas que quedaron varados dentro del país, luego que los países de la ruta de los Balcanes cerraran unilateralmente sus fronteras.
"Estamos a la espera de violencia. La gente, en la desesperación, tiende a ser violentos", advirtió el vocero de la migración del gobierno griego, Giorgos Kyritsis.
"Toda la filosofía de este acuerdo es para disuadir el tráfico de personas (hacia Europa) desde la costa turca, pero va a ser difícil y estamos tratando de utilizar un enfoque suave". "Estas son personas que huyeron de la guerra, ellos no son criminales", enfatizó el funcionario griego.
También se podrían involucrar otras islas del Egeo con grandes poblaciones de refugiados y migrantes, como Chios.

Turquía se prepara para recibir a los refugiados

Además de las denuncias de organismos internacionales de derechos humanos, la Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) de la UE advirtió hoy que no cuenta ni siquiera con la mitad de los policías necesarios para implementar el acuerdo con Turquía.
Según sus cálculos, Frontex necesita unos 1.500 efectivos, además de 50 expertos en materia de deportaciones; sin embargo, “los estados miembros de la UE se comprometieron al envío de casi 700 funcionarios y 44 expertos”, explicó una vocera de la institución.
Además denunció que el gobierno griego sigue esperando la llegada de “los expertos legales y la traductores que dijeron que iban a mandar”.
Mientras que la UE planea deportar a todos los refugiados e inmigrantes que lleguen desde el Mediterráneo, el ministro del Interior turco, Ala, anunció que su gobierno deportará a su vez a todos aquellos ciudadanos de Pakistán, Afganistán e Irak que lleguen a su país desde Europa. “No serán tratados de la misma forma que los sirios”, aclaró, haciendo referencia a que estos sí serán tratados como refugiados, pese a que tanto en Pakistán, como en Afganistán y en Irak, hay profundos conflictos armados que atentan todos los días contra la población civil.
Ala explicó que una vez que los demandantes de asilo lleguen a suelo turco desde Europa serán enviados a campos de recepción temporales en Anatolia, en el interior del país. Cuanto más se acerca el inicio de las deportaciones, más crece la tensión política alrededor del acuerdo entre Turquía y la UE.
El gobierno turco rechazó las últimas acusaciones en su contra por su política de derechos humanos y presuntas deportaciones masivas de refugiados sirios, publicada la semana pasada por Amnistía Internacional.
“Las alegaciones no reflejan de ningún modo la realidad”, respondió en un comunicado la Cancillería y sostuvo que Turquía “no cambió la política de puertas abiertas hacia los refugiados que aplica desde hace años y que permitió que casi tres millones de sirios” se hayan instalado en ese país.
En las últimas horas, cientos de turcos que viven en Dikili protestaron contra la construcción de un centro de recepción en su ciudad. La misma tensión se sintió también en Alemania y Austria.
Pese a las protestas en las calles y las denuncias de la ONU y el mundo humanitario, el gobierno alemán sigue convencido que las deportaciones masivas a Turquía y el cierre de fronteras exteriores de la UE es la solución para la llamada crisis de refugiados.

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