El presidente de
Estados Unidos,
Barack Obama, se metió de lleno en la política interna del Reino Unido al pedirle a los británicos que apoyen la permanencia de su país en la
Unión Europea (UE) en el referéndum del próximo 23 de junio, lo que despertó críticas de quienes apoyan la salida del bloque regional.
En un artículo publicado ayer en el periódico británico The Daily Telegraph, Obama -quien llegó anoche a Londres para una visita oficial de tres días- subrayó que la participación del Reino Unido en la UE aumenta el prestigio del país en el mundo.
Al dirigirse a los ciudadanos del Reino Unido, Obama señala que ""deberían estar orgullosos de que la UE haya ayudado a extender los valores británicos y prácticas -la democracia, el imperio de la ley, la apertura de mercados- en todo el continente y su periferia". "La Unión Europea no modera la influencia británica, la magnífica. Una Europa fuerte no es una amenaza para el liderazgo global del Reino Unido, aumenta el liderazgo global del Reino Unido", puntualiza el Presidente.
La opinión de Obama sobre el debate europeo supone un espaldarazo a la campaña del primer ministro británico, David Cameron, a favor de la permanencia del país en la UE.
Por tal razón ha recibido críticas de los partidarios del "brexit" (salida), encabezados por el alcalde de Londres, Boris Johnson, quien considera que Obama no debería intervenir en un asunto del Reino Unido.
"Creo que es perverso, estamos siendo empujados por EEUU para enredarnos cada vez más en nuestro propio sistema de leyes. El 60% de ellas emana de la UE, mientras que a EEUU nunca se le ocurriría someterse a otra jurisdicción internacional que no sea la propia", disparó Johnson.
El alcalde de Londres -nacido en EEUU- enfatizó en que esa mecánica "a los norteamericanos nunca se les ocurriría hacerla en su propia democracia. Ellos están orgullosos de su democracia construida sobre principios de libertad y la idea de la santidad de la representación. Por eso es muy extraño, perverso e hipócrita".
Pero Obama, si bien reconoce que el voto del 23 de junio compete solo a los británicos, puntualiza que "el resultado de su decisión es un asunto de profundo interés para Estados Unidos". "Las decenas de miles de estadounidenses que descansan en cementerios de Europa son un testamento silencioso de cuán entrelazadas están nuestra prosperidad y seguridad", afirma.
En su artículo, el Presidente estadounidense resalta la especial relación entre su país y el Reino Unido al forjarse en el "campo de batalla", en referencia a la Segunda Guerra Mundial.
"Estados Unidos ve cómo su poderosa voz que Europa tenga una postura fuerte en el mundo", agrega Obama, y admite que EEUU y el mundo necesitan de la influencia británica.
Asimismo, el presidente argumenta la necesidad de afrontar desafíos globales para que el Reino Unido se quede en la UE, al recordar la amenaza del grupo radical Estado Islámico (EI) y hacer hincapié en la importancia de resolver conflictos en Medio Oriente mientras que se muestra a favor de continuar la inversión en la Alianza Atlántica.
El presidente de
Estados Unidos,
Barack Obama, se metió de lleno en la política interna del Reino Unido al pedirle a los británicos que apoyen la permanencia de su país en la
Unión Europea (UE) en el referéndum del próximo 23 de junio, lo que despertó críticas de quienes apoyan la salida del bloque regional.
En un artículo publicado ayer en el periódico británico The Daily Telegraph, Obama -quien llegó anoche a Londres para una visita oficial de tres días- subrayó que la participación del Reino Unido en la UE aumenta el prestigio del país en el mundo.
Al dirigirse a los ciudadanos del Reino Unido, Obama señala que ""deberían estar orgullosos de que la UE haya ayudado a extender los valores británicos y prácticas -la democracia, el imperio de la ley, la apertura de mercados- en todo el continente y su periferia". "La Unión Europea no modera la influencia británica, la magnífica. Una Europa fuerte no es una amenaza para el liderazgo global del Reino Unido, aumenta el liderazgo global del Reino Unido", puntualiza el Presidente.
La opinión de Obama sobre el debate europeo supone un espaldarazo a la campaña del primer ministro británico, David Cameron, a favor de la permanencia del país en la UE.
Por tal razón ha recibido críticas de los partidarios del "brexit" (salida), encabezados por el alcalde de Londres, Boris Johnson, quien considera que Obama no debería intervenir en un asunto del Reino Unido.
"Creo que es perverso, estamos siendo empujados por EEUU para enredarnos cada vez más en nuestro propio sistema de leyes. El 60% de ellas emana de la UE, mientras que a EEUU nunca se le ocurriría someterse a otra jurisdicción internacional que no sea la propia", disparó Johnson.
El alcalde de Londres -nacido en EEUU- enfatizó en que esa mecánica "a los norteamericanos nunca se les ocurriría hacerla en su propia democracia. Ellos están orgullosos de su democracia construida sobre principios de libertad y la idea de la santidad de la representación. Por eso es muy extraño, perverso e hipócrita".
Pero Obama, si bien reconoce que el voto del 23 de junio compete solo a los británicos, puntualiza que "el resultado de su decisión es un asunto de profundo interés para Estados Unidos". "Las decenas de miles de estadounidenses que descansan en cementerios de Europa son un testamento silencioso de cuán entrelazadas están nuestra prosperidad y seguridad", afirma.
En su artículo, el Presidente estadounidense resalta la especial relación entre su país y el Reino Unido al forjarse en el "campo de batalla", en referencia a la Segunda Guerra Mundial.
"Estados Unidos ve cómo su poderosa voz que Europa tenga una postura fuerte en el mundo", agrega Obama, y admite que EEUU y el mundo necesitan de la influencia británica.
Asimismo, el presidente argumenta la necesidad de afrontar desafíos globales para que el Reino Unido se quede en la UE, al recordar la amenaza del grupo radical Estado Islámico (EI) y hacer hincapié en la importancia de resolver conflictos en Medio Oriente mientras que se muestra a favor de continuar la inversión en la Alianza Atlántica.