Una unidad antiterrorista de la policía turca detuvo ayer a dos diputadas del izquierdista prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Eaglar Demirel y Besima Konca, cuando salían del Parlamento, mientras la UE endurece sus críticas por la represión y las purgas que siguen desde el golpe fallido del 15 de julio.
Demirel, diputada por la provincia de Diyarbakir y Batman, y Konca, legisladora por la provincia de Siirt, fueron detenidas por negarse a testificar en el juzgado por causas pendientes, informó la agencia de noticias Anadolu.
Diez diputados del HDP, tercera fuerza en el Parlamento, permanecen en prisión preventiva acusados de "vínculos con una organización terrorista", en referencia al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda en Turquía.
Las detenciones también han afectado al ámbito local, con el arresto de más de cuarenta alcaldes, la mayoría afiliados al HDP o al también prokurdo Partido Democrático de las Regiones (DBP), que han sido reemplazados por gestores nombrados por el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Mientras tanto, la UE informó a Turquía que debido a la represión imperante en el país eurasiático desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio no se abrirán nuevos capítulos en la larga negociación de la adhesión de Ankara a los 28, y Austria y Holanda requirieron que se suspendan por completo, aún las que están en curso.
"Diremos que es imposible abrir nuevos capítulos en el proceso de adhesión", adelantó en declaraciones a la prensa belga el ministro de Exteriores de Bélgica, Didier Reynders. "Estamos muy preocupados por la situación en Turquía y no es posible ir más lejos (en el proceso de adhesión), como si nada hubiera ocurrido", agregó.
Sin embargo, tanto él como el secretario de Estado para Asuntos de la UE, el francés Harlem Désir, señalaron que no se puede "suspender" el diálogo con "un gran socio estratégico" con el que deben combatir juntos contra el terrorismo, estabilizar Oriente Próximo y combatir contra las mafias de inmigrantes.
En cambio, el ministro de relaciones exteriores austríaco, Sebastien Kurz, reiteró la posición que sostiene el país alpino desde hace varias semanas, que "sería equivocado" continuar las negociaciones de adhesión "como si en los últimos meses no se hubieran producido acontecimientos negativos en Turquía".
La gran mayoría de países, entre ellos Francia, Alemania y el Reino Unido, rechaza suspenderlas por temor a que tenga un impacto negativo cuando el proceso está ya más o menos "congelado" dado que no hay perspectivas de abrir nuevos capítulos de negociación a corto plazo, según varias fuentes diplomáticas.
Demirel, diputada por la provincia de Diyarbakir y Batman, y Konca, legisladora por la provincia de Siirt, fueron detenidas por negarse a testificar en el juzgado por causas pendientes, informó la agencia de noticias Anadolu.
Diez diputados del HDP, tercera fuerza en el Parlamento, permanecen en prisión preventiva acusados de "vínculos con una organización terrorista", en referencia al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda en Turquía.
Las detenciones también han afectado al ámbito local, con el arresto de más de cuarenta alcaldes, la mayoría afiliados al HDP o al también prokurdo Partido Democrático de las Regiones (DBP), que han sido reemplazados por gestores nombrados por el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Mientras tanto, la UE informó a Turquía que debido a la represión imperante en el país eurasiático desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio no se abrirán nuevos capítulos en la larga negociación de la adhesión de Ankara a los 28, y Austria y Holanda requirieron que se suspendan por completo, aún las que están en curso.
"Diremos que es imposible abrir nuevos capítulos en el proceso de adhesión", adelantó en declaraciones a la prensa belga el ministro de Exteriores de Bélgica, Didier Reynders. "Estamos muy preocupados por la situación en Turquía y no es posible ir más lejos (en el proceso de adhesión), como si nada hubiera ocurrido", agregó.
Sin embargo, tanto él como el secretario de Estado para Asuntos de la UE, el francés Harlem Désir, señalaron que no se puede "suspender" el diálogo con "un gran socio estratégico" con el que deben combatir juntos contra el terrorismo, estabilizar Oriente Próximo y combatir contra las mafias de inmigrantes.
En cambio, el ministro de relaciones exteriores austríaco, Sebastien Kurz, reiteró la posición que sostiene el país alpino desde hace varias semanas, que "sería equivocado" continuar las negociaciones de adhesión "como si en los últimos meses no se hubieran producido acontecimientos negativos en Turquía".
La gran mayoría de países, entre ellos Francia, Alemania y el Reino Unido, rechaza suspenderlas por temor a que tenga un impacto negativo cuando el proceso está ya más o menos "congelado" dado que no hay perspectivas de abrir nuevos capítulos de negociación a corto plazo, según varias fuentes diplomáticas.
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