En su cuadragésima edición; el festival Folclórico del Huancar, presenta particularidades que se derivan de las irregularidades administrativas e institucionales con las que se encontró la gestión gubernamental actual; este hecho dificultó que para la presente edición puedan contarse con una variedad de artistas estelares o de renombre nacional. Más allá de ello y bajo la coordinación general del intendente José Luis Liquín y la directora de cultura Griselda Lamas más la Comisión Permanente del Festival; la fiesta huancareña dio inicio el viernes con la ancestral y bien respetada ceremonia a la Madre Tierra, en la que no sólo se requería el “permiso” correspondiente sino también se imploró la protección y la fortaleza necesaria para que pueda desarrollarse el evento mejor de lo que pudo haberse planeado. Ya en horas de la noche, la apertura estuvo a cargo de uno de los artistas más representativos de la Siberia Argentina, Ítalo Iván Ramos y luego desfilaron por el escenario “Aldo Víctor Abalos” diversos intérpretes como Antonio Olarte, Gonzalo Gregorio, el niño ganador de un concurso folclórico “Sembrando Identidad”; Mario “El Quencha” Mamaní, quien popularizó la zamba "Festivalera de Arenas” cuyo autor es Rolando Tito Poma, composición que en la presente edición del festival cumple su segunda década de permanencia en el cancionero popular abrapampeño. Para este festival, todos y cada uno de los artistas tienen la relevancia que le corresponde, y es el público quien premia a cada uno de ellos con sus calurosos aplausos; estuvieron además Los Nogales, defensores del folclore tradicional nacional; y como presentación rutilante en la primera jornada, estuvo La Cantada. Los hermanos González acompañados de Yamil Ramos, protagonista de dos grandes éxitos que los puneños recibieron con agrado como lo son “La llama que baila” y el último “Coya Dance”, el video clip que tuvo como escenario al mítico cerro del Huancar.
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En su cuadragésima edición; el festival Folclórico del Huancar, presenta particularidades que se derivan de las irregularidades administrativas e institucionales con las que se encontró la gestión gubernamental actual; este hecho dificultó que para la presente edición puedan contarse con una variedad de artistas estelares o de renombre nacional. Más allá de ello y bajo la coordinación general del intendente José Luis Liquín y la directora de cultura Griselda Lamas más la Comisión Permanente del Festival; la fiesta huancareña dio inicio el viernes con la ancestral y bien respetada ceremonia a la Madre Tierra, en la que no sólo se requería el “permiso” correspondiente sino también se imploró la protección y la fortaleza necesaria para que pueda desarrollarse el evento mejor de lo que pudo haberse planeado. Ya en horas de la noche, la apertura estuvo a cargo de uno de los artistas más representativos de la Siberia Argentina, Ítalo Iván Ramos y luego desfilaron por el escenario “Aldo Víctor Abalos” diversos intérpretes como Antonio Olarte, Gonzalo Gregorio, el niño ganador de un concurso folclórico “Sembrando Identidad”; Mario “El Quencha” Mamaní, quien popularizó la zamba "Festivalera de Arenas” cuyo autor es Rolando Tito Poma, composición que en la presente edición del festival cumple su segunda década de permanencia en el cancionero popular abrapampeño. Para este festival, todos y cada uno de los artistas tienen la relevancia que le corresponde, y es el público quien premia a cada uno de ellos con sus calurosos aplausos; estuvieron además Los Nogales, defensores del folclore tradicional nacional; y como presentación rutilante en la primera jornada, estuvo La Cantada. Los hermanos González acompañados de Yamil Ramos, protagonista de dos grandes éxitos que los puneños recibieron con agrado como lo son “La llama que baila” y el último “Coya Dance”, el video clip que tuvo como escenario al mítico cerro del Huancar.
En la segunda jornada se realizó la Feria Huancareña de Artesanos en la Plaza Central “Leandro N. Alem”, en ella se apreciaron artesanías y vendieron comidas regionales. Aproximadamente a las 11 dio inicio la 9º edición del Festival de Doma y Folclore, en el que no sólo se pudieron apreciar las diversas jineteadas con más de veinte montas y la presentación de diversos artistas folclóricos carperos, sino también la práctica del deporte nacional, el Pato con la organización del Fortín Gaucho El Huancar. En horas de la noche se desarrolló la segunda noche festivalera con la actuación de varios artistas locales, sabiendo que la premisa de la Dirección de Cultura fue cederle espacio a aquellos folkloristas de trayectoria reciente, asimismo se presentaron luego de varios años de ausencia festivalera, un hijo dilecto de Abra Pampa, Rogelio Ciares, autor de una composición popular “Pero nací en Abra Pampa”; asimismo participaron Los Infernales, Los Peñeros de Salta, Tupac 7, los Tucumanos del Humor y Las Cuatro Cuerdas; desde Oruro, trascendiendo los límites nacionales, Pasión Andina; demostrando de esta manera que las fronteras son sólo cuestiones cartográficas; la danza también tuvo su representación a través de varios cuerpos de danzas locales y regionales.
Para hoy ya en el escenario natural, el enigmático cerro de arenas cantarinas se convierte en un anfiteatro natural; los “peregrinos del Huancar”, miles y miles de personas se trepan, misteriosamente sin experimentar cansancio alguno, para aplaudir desde las alturas el desfile artístico que se realiza por la tarde y sobre una caja coplera cuyas considerables dimensiones superan toda imaginación. Y las carpas de comidas regionales, y las ruedas de saltarinas cantoras por doquier, y el sonar de los erquenchos son la expresión de un domingo original mientras en la Laguna danzan, caprichosas, las aves que ornan este mágico espejo lacustre que es parte del paisaje del mágico Huancar. (Colaboración especial; profesor Guido Ábalos).
“Festivalera de Arena”, la zamba de Tito Poma
ABRA PAMPA (Corresponsal). El Festival del Huancar en Abra Pampa, es uno de los encuentros culturales más relevantes de la Puna jujeña. Cuarenta años cumple el encuentro, y detrás de todo ese tiempo hay historias que merecen ser contadas.
Enero te vio nacer, poco antes del carnaval festivalera de arena Abra Pampa te cantará”, es la primera estrofa de una zamba denominada Festivalera de Arena que Rolando Tito Poma compuso para el tradicional festival. Junto a Pedro “Perico” Mansilla, otro hijo abrapampeño siempre estuvieron en el escenario mayor o como colaboradores en la organización del encuentro.
Poma recuerda que desde los 11 años comenzó a tocar la guitarra cuando asistía a la Escuela 245, participó de los actos escolares recitando poemas del Martin Fierro. Ahí comenzó con su pasión por las seis cuerdas, sus primeras notas fueron de la mano del maestro Alfredo Tolaba, compositor del lugar. En un tramo del diálogo con El Tribuno de Jujuy recordó, “la primera edición del festival fue en el salón parroquial, al lado de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario”.
Otra estrofa del tema dice “tres noches de festival. Cantar, bailar, entonar mi pueblo, cardón esporal se engalana con el airampal”.
Con el tiempo el festival fue creciendo hasta que se extendió durante tres noches que incluía el canto de todos los artistas al pie del cerro, “hubo una época en que era competitivo, después eso se fue perdiendo por la gran demanda de artistas que venían desde otros sitios” sostuvo.
Durante el lapso de estos últimos cuarenta años, Poma integró varios grupos como Los Mayas, el trío Ecos de la Noche y el dúo Poma-Mansilla. El recuerdo más vivo en su memoria es haber estado en las Bodas de Plata del festival, juntos a los maestros de la Puna, “la segunda noche era exclusiva de los grupos y cantautores de Abra Pampa, todos actuábamos dando lo mejor de nosotros”, indicó.
“Se escucha la voz de Aldo llamando al festival, las cajas y los charangos se embriagan por la amistad. Festivalera de Arena si ya nunca te he de olvidar”, continua la letra, haciendo mención a Aldo Víctor Ábalos mentor del festival. También la zamba hace mención a quienes supieron acompañarlo en el escenario, “guitarrero del tolar, Alfredo cantando esta, amigo Mansilla espere, doña Lía concertara”.
Tito Poma, en el tramo final, expresó ”vaya mi sincero reconocimiento a todos quienes realizan el festival, especialmente a los copleros y erkencheros en estos 40 años de festiva”, concluyó.