El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró ayer que "la desigualdad atenta contra nuestras economías reales, el bienestar de los trabajadores y la estabilidad de las democracias".
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El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró ayer que "la desigualdad atenta contra nuestras economías reales, el bienestar de los trabajadores y la estabilidad de las democracias".
Así lo consideró en el marco de la reunión conjunta del G-20 entre ministros de Trabajo y Economía en la ciudad de Ankara, Turquía.
El ministro recordó que ante la peor crisis argentina de 2001 la recuperación se basó en el "rol proactivo del Estado y haber colocado como ejes centrales al trabajo decente y la inclusión social". Además, celebró que la Argentina haya introducido en la agenda del G-20 la problemática de la desigualdad.
Tomada expuso sobre los temas propuestos por el país anfitrión, "Crecimiento y Empleo" y "Desigualdades", ante el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; la directora Gerente del FMI, Christine Lagarde; el director General de la OIT, Guy Ryder; y sus pares de Trabajo y Economía de los países del G-20.
"Sólo la consistencia y articulación de políticas macroeconómicas, financieras y comerciales con las laborales y sociales es lo que permite el crecimiento inclusivo", así comenzó su intervención Tomada y convocó a "repensar el papel que tiene el empleo y la distribución de los ingresos en la economía del futuro".
Por último, afirmó que "mientras exista desigualdad no habrá paz social en el mundo", e instó a "abordar este desafío en forma coordinada en especial entre nuestros países".