Los tres malvivientes, entre ellos una pareja que decía ser un matrimonio, se hospedaron en un hotel de la ciudad de Quimilí, en el departamento
Moreno, y desde allí tiraron sus "redes" para captar clientes.
Estas personas le decían a los interesados que si entregaban sus automóviles con varios años de uso, recibirían inmediatamente un modelo nuevo y la diferencia económica podrían abonarla en cómodas cuotas.
Así fue que en menos de cuatro días se apoderaron de seis vehículos de diferentes marcas, que fueron comprados antes del año 2010 e incluso los propietarios de estos rodados llegaron a entregar la documentación original de sus vehículos.