Es especialista en ciencia y tecnología y se dedica a la innovación. Participó de la Conferencia sobre innovación y creatividad que se dictó en la provincia en el marco de programa de charlas que lleva adelante el Consejo de Ciencias Económicas. Busca que la gente se anime a emprender y que no le tengan miedo al error. Una equivocación, sostiene, no es el fin de nada. Se puede vivir más apasionadamente, aunque la pasión a veces sea incomoda.
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Es especialista en ciencia y tecnología y se dedica a la innovación. Participó de la Conferencia sobre innovación y creatividad que se dictó en la provincia en el marco de programa de charlas que lleva adelante el Consejo de Ciencias Económicas. Busca que la gente se anime a emprender y que no le tengan miedo al error. Una equivocación, sostiene, no es el fin de nada. Se puede vivir más apasionadamente, aunque la pasión a veces sea incomoda.
¿Qué es la innovación?
La innovación tiene dos aspectos, uno técnico, que tiene que ver con la infraestructura y los objetos, y otro que tiene que ver con la gente; con aquellos que se animan a hacer cosas diferentes.
Obviamente que siempre pueden aparecer temores ante cambios o proyectos nuevos, siempre comparamos un emprendimiento personal con los riesgos que esto implica; sueldos fijo producto de un trabajo fijo en un empleo fijo.
Entonces, ante la comparación "tranquilidad versus intranquilidad", la gente prefiere esa comodidad aun a costa de no dedicarse a lo que más le guste hacer, como ocurre en muchos casos.
Lo que es importante entender es que, en este aspecto, no tener riesgos también implica tener riesgos. No es tan fácil vivir una vida haciendo las cosas en las cuales no nos sentimos preparados o cómodos.
¿Pensamos tanto en el mañana que nos olvidamos de los proyectos de hoy?
Creo que en muchos casos hay un exacerbado temor por la supervivencia en gente donde, por ahí, no está en riesgo su supervivencia; pero se comporta como si lo estuviera.
La creatividad tiene que ver, un poco, con poder estar seguro y tranquilo dentro de un nivelde supervivencia para poder animarse a realizar otras cosas.
La gente tiene que entender que si se equivoca, se equivoca y no pasa nada. Puede perder un poco, pero no es el fin de todo. Muchas veces ese es el temor principal para emprender, uno piensa que una equivocación es el fin de todo y en general no lo es.
¿Los jóvenes se atreven a emprender más que la gente adulta?
Aunque parezca mentira, la gente que más se atreve a emprender es aquella que en algún momento se cansa de vivir en microclimas difíciles. Se supone que todo lleva una preparación, que es un cálculo perfectamente estudiado tomar esa decisión, pero no es así.
Hay muchas personas que trabajan en grandes empresas y muy bien rentadas, donde uno pensaría que se va a ir cuando no le den los números o cuando no este ganando lo suficiente y la realidad nos dice que no es así. Se van cuando se hartan de sus jefes, de sus compañeros y de la realidad laboral con la que tienen que vivir todos los días.
Otro punto también es que, al hartarse empiezan a hacer las cosas mal y es algo que no le conviene a ninguna de las dos partes.
Hay que hacer una profunda autoevaluación del porque uno está mal en su trabajo, ¿no fuimos visualizando ese deterioro en las relaciones laborales en todos los años anteriores a tomar la decisión de irnos?; lo más probable es que a esa persona, en un emprendimiento, le pase lo mismo.
Emprender es una decisión de como queres vivir. No vas a vivir más cómodo que teniendo un trabajo fijo con un sueldo todos meses; lo vas a hacer de una manera diferente, más apasionadamente, y la pasión, a veces, es incomoda.
¿Hay un acompañamiento de las políticas públicas a estos aires emprendedores?
En diferentes regiones, ciudades y provincias hay una mayor aceptación a la hora de dar soporte a los emprendedores, y eso es muy bueno. Hay también un punto importantísimo, la gente tiene que pensar su emprendimiento no solo desde el punto de vista de la novedad, sino en hacer algo de calidad.
Esto va desde el emprendedor más chiquito, aquel que hace mermeladas hasta la persona que trabaja en servicios multiempresariales, por ejemplo.
La clave es la calidad de saber hacer bien lo que uno hace.
¿Qué es más importante para un emprendimiento? ¿la plata o las buenas ideas?
Siempre se dice que es mejor tener ideas y no tener recursos que tener recursos y no tener ideas. Hacen falta las dos cosas, pero si hay buenas ideas los recursos aparecen.
Pero las buenas ideas tienen que estar acompañadas por gente que se muestre comprometida con las mismas.
Los argentinos nos hemos vanagloriado de saber rebuscárnoslas, pero ser emprendedor es ir más allá del rebusque y tener una idea no solo para sobrevivir sino para crecer.
Un emprendimiento es una idea puesta en marcha por alguien que quiere crecer, todavía no es una empresa porque aún está por verse su desarrollo. Se transforma en una empresa cuando podemos vivir de lo que la misma genera.
Necesitamos tener una idea más clara de lo que es crecer con un emprendimiento.