Asimismo, consideró "malintencionados" los análisis publicados durante los últimos días en medios gráficos en los que se comparan precios de determinados productos en Argentina frente a lo que cuestan en ciudades europeas.
El ministro se refirió a notas periodísticas en las que se analizan el costo de vida de una familia tipo de Argentina en comparación con el consumo en ciudades europeas, tal como sucedió en los diarios La Nación y Clarín, en los que remarcan que ciertos productos argentinos son más caros que en las ciudades de Londres, París o Madrid.
El Ministerio de Economía sostiene que este tipo de razonamiento apunta a que Argentina abandone la industrialización de
productos alimenticios y la sustituya por bienes importados potencialmente más económicos.
Ambas notas periodísticas cuestionan la política de administración de precios al argumentar que los valores de los alimentos son más elevados en los supermercados de la ciudad de Buenos Aires en relación a los de Londres debido a las restricciones a las importaciones.
Kicillof recordó que en el pasado, estas políticas de "disciplinamiento de precios" desembocaron en cierre de empresas, desempleo y pobreza.
Además remarcó el carácter inclusivo de posee la política de reindustrialización que lleva adelante el Gobierno porque "impulsa el empleo nacional" y porque funciona como "la contrapartida de que la gente se quede en la calle sin empleo".
Además sostuvo que a la hora de evaluar el costo de vida de una familia tipo no sólo se deben incluir los gastos en alimentos y bebidas, sino que también es necesario tener en cuenta el alquiler, el transporte y los servicios públicos.
En relación con los gastos de la vivienda, "el costo de un alquiler en Londres es casi tres veces mayor al de Buenos Aires", dijo Kicillof.
En servicios públicos, en la ciudad londinense, una familia tipo destina mensualmente $1.997 para los gastos de electricidad, gas, agua y recolección de residuos. En tanto, una familia porteña gasta en esos servicios sólo $271 (con ABL). Es decir, siete veces menos que en Londres.
El ministro también cuestionó el carácter "poco representativo de las canastas analizadas", ya que tomaron como parámetros productos que no son de consumo común.
Asimismo, consideró "malintencionados" los análisis publicados durante los últimos días en medios gráficos en los que se comparan precios de determinados productos en Argentina frente a lo que cuestan en ciudades europeas.
El ministro se refirió a notas periodísticas en las que se analizan el costo de vida de una familia tipo de Argentina en comparación con el consumo en ciudades europeas, tal como sucedió en los diarios La Nación y Clarín, en los que remarcan que ciertos productos argentinos son más caros que en las ciudades de Londres, París o Madrid.
El Ministerio de Economía sostiene que este tipo de razonamiento apunta a que Argentina abandone la industrialización de
productos alimenticios y la sustituya por bienes importados potencialmente más económicos.
Ambas notas periodísticas cuestionan la política de administración de precios al argumentar que los valores de los alimentos son más elevados en los supermercados de la ciudad de Buenos Aires en relación a los de Londres debido a las restricciones a las importaciones.
Kicillof recordó que en el pasado, estas políticas de "disciplinamiento de precios" desembocaron en cierre de empresas, desempleo y pobreza.
Además remarcó el carácter inclusivo de posee la política de reindustrialización que lleva adelante el Gobierno porque "impulsa el empleo nacional" y porque funciona como "la contrapartida de que la gente se quede en la calle sin empleo".
Además sostuvo que a la hora de evaluar el costo de vida de una familia tipo no sólo se deben incluir los gastos en alimentos y bebidas, sino que también es necesario tener en cuenta el alquiler, el transporte y los servicios públicos.
En relación con los gastos de la vivienda, "el costo de un alquiler en Londres es casi tres veces mayor al de Buenos Aires", dijo Kicillof.
En servicios públicos, en la ciudad londinense, una familia tipo destina mensualmente $1.997 para los gastos de electricidad, gas, agua y recolección de residuos. En tanto, una familia porteña gasta en esos servicios sólo $271 (con ABL). Es decir, siete veces menos que en Londres.
El ministro también cuestionó el carácter "poco representativo de las canastas analizadas", ya que tomaron como parámetros productos que no son de consumo común.