El perro tenía los papeles en regla pero los responsables no pudieron verificar el microchip. "Probamos con todos los lectores que tenemos en el aeropuerto, también con los que verificamos la entidad de otros animales con microchip norteamericano, y con otros que aportaron los propietarios, pero no pudimos leer el microchip", dijo una de las encargadas. Ante esta situación, y la imposibilidad de leer el microchip, si es que el animal lo tiene, las opciones pasan por devolver al animal a su lugar de origen o sacrificarlo.
Más de 80 mil personas firmaron la petición que está en marcha en Change.org para que dejen salir del aeropuerto al perro, que permanece en las instalaciones desde el pasado viernes. Mercedes López, una persona cercana a los propietarios de Buddy, puso en marcha la iniciativa de juntar firmas el sábado.
La petición se dirige al departamento de Sanidad Animal del aeropuerto de El Prat de Llobregat y al Ministerio de Agricultura para que "tome medidas y solucione la situación en la que se encuentra el cachorro". El perro es de procedencia estadounidense y su propietaria, que es española, lo consiguió en este país.
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El perro tenía los papeles en regla pero los responsables no pudieron verificar el microchip. "Probamos con todos los lectores que tenemos en el aeropuerto, también con los que verificamos la entidad de otros animales con microchip norteamericano, y con otros que aportaron los propietarios, pero no pudimos leer el microchip", dijo una de las encargadas. Ante esta situación, y la imposibilidad de leer el microchip, si es que el animal lo tiene, las opciones pasan por devolver al animal a su lugar de origen o sacrificarlo.
Más de 80 mil personas firmaron la petición que está en marcha en Change.org para que dejen salir del aeropuerto al perro, que permanece en las instalaciones desde el pasado viernes. Mercedes López, una persona cercana a los propietarios de Buddy, puso en marcha la iniciativa de juntar firmas el sábado.
La petición se dirige al departamento de Sanidad Animal del aeropuerto de El Prat de Llobregat y al Ministerio de Agricultura para que "tome medidas y solucione la situación en la que se encuentra el cachorro". El perro es de procedencia estadounidense y su propietaria, que es española, lo consiguió en este país.