El primer ministro israelí,
Benjamin Netanyahu, afirmó ayer que
Irán es una amenaza mundial y tras endilgarle las voladuras de la Amia y la embajada de
Israel en
Buenos Aires en sustento de ello, advirtió sobre el acuerdo que Estados Unidos está negociando con Teherán porque le "garantizará" un arsenal nuclear legal al país persa.
Mientras en Montreux, Suiza, el secretario de Estado, John Kerry, procuraba acercar posiciones con su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, el premier israelí buscó demostrar, en un polémico discurso ante la sesión plenaria del Congreso en Washington, que Irán es más peligroso para el mundo que el Estado Islámico.
Para ello no solo atacó el posible acuerdo sino que además acusó a Teherán -entre otras cosas- de hacer volar en Buenos Aires "el centro comunitario judío (la Amia) y la embajada de Israel".
Tras el acto, Obama, quien no escuchó la intervención y rechazó reunirse con Netanyahu dada la proximidad de las elecciones generales en Israel, consideró que el premier israelí no ofreció "alternativas viables" a los diálogos con Irán, informó la agencia de noticias EFE.
"No hubo nada nuevo", comentó Obama, al anotar que Netanyahu no planteó nuevas ideas sobre el "asunto central", que es cómo evitar que Irán obtenga un arma nuclear.
Por su parte, la cancillería iraní descalificó "las declaraciones de iranofobia de Netanyahu" como "parte de la propaganda electoral de los extremistas de Tel Aviv".
Para la portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Marzie Afjam, el discurso del jefe del Gobierno israelí es una "muestra de debilidad" y del "aislamiento de los grupos radicales", informó la agencia oficial iraní Irna.
En su discurso, Netanyahu dijo que si se firma el acuerdo Irán será más peligroso que el Estado Islámico (EI) -con quien solo compite por el dominio del islamismo radical-, porque puede "entrar pronto en posesión de misiles balísticos intercontinentales y bombas nucleares", y el EI no.
La primera "concesión" fatal del acuerdo, según Netanyahu, es que dejará intacta la "vasta infraestructura nuclear" iraní, lo que le permitirá a Teherán, en su momento, acumular a gran velocidad plutonio suficiente para construir una bomba atómica.
Peor aún será, agregó, la "segunda concesión", que pondrá fin a toda restricción al programa nuclear después de diez años, porque le permitirá a Teherán "llegar a la bomba sin romper el acuerdo" al fin de ese plazo.
"Si derrotamos al EI y permitimos que Irán tenga armas nucleares ganaremos la batalla pero perderemos la guerra", aseguró.
El premier israelí, que enfrenta reñidas elecciones en su país el 17 de marzo y puso su oposición a las negociaciones sobre el plan nuclear iraní del gobierno del presidente Barack Obama en el centro de su campaña, pronunció su discurso a las 11:00, lo que lo colocó en los televisores israelíes a las 17:00.
En coincidencia con el discurso en Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunió hoy en la ciudad suiza de Montreux con el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, para tratar de acercar posiciones antes del la fecha límite del 31 de marzo para alcanzar un acuerdo con Teherán.
El acuerdo con Irán es uno de los logros que quiere obtener Barack Obama para cerrar sus dos presidencias con un triunfo resonante en el plano internacional, después de conversaciones que se vienen estirando desde noviembre de 2013.
El acuerdo que se está negociando en Montreux busca restringir las actividades nucleares de Irán para garantizar que no utilice su programa para desarrollar armas atómicas, a cambio de un alivio progresivo de las sanciones impuestas a la república islámica a lo largo de 12 años de diferendo. En el controvertido discurso, ante un Capitolio al que fue invitado por el presidente de la Cámara de representantes, el republicano John Boehner, un encendido "Bibi" (como lo conocen los isrelíes) comparó al gobierno de Irán con los nazis. Boehmer irritó a Obama con su gestión efectuada a espaldas de la Casa Blanca.
El primer ministro israelí,
Benjamin Netanyahu, afirmó ayer que
Irán es una amenaza mundial y tras endilgarle las voladuras de la Amia y la embajada de
Israel en
Buenos Aires en sustento de ello, advirtió sobre el acuerdo que Estados Unidos está negociando con Teherán porque le "garantizará" un arsenal nuclear legal al país persa.
Mientras en Montreux, Suiza, el secretario de Estado, John Kerry, procuraba acercar posiciones con su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, el premier israelí buscó demostrar, en un polémico discurso ante la sesión plenaria del Congreso en Washington, que Irán es más peligroso para el mundo que el Estado Islámico.
Para ello no solo atacó el posible acuerdo sino que además acusó a Teherán -entre otras cosas- de hacer volar en Buenos Aires "el centro comunitario judío (la Amia) y la embajada de Israel".
Tras el acto, Obama, quien no escuchó la intervención y rechazó reunirse con Netanyahu dada la proximidad de las elecciones generales en Israel, consideró que el premier israelí no ofreció "alternativas viables" a los diálogos con Irán, informó la agencia de noticias EFE.
"No hubo nada nuevo", comentó Obama, al anotar que Netanyahu no planteó nuevas ideas sobre el "asunto central", que es cómo evitar que Irán obtenga un arma nuclear.
Por su parte, la cancillería iraní descalificó "las declaraciones de iranofobia de Netanyahu" como "parte de la propaganda electoral de los extremistas de Tel Aviv".
Para la portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Marzie Afjam, el discurso del jefe del Gobierno israelí es una "muestra de debilidad" y del "aislamiento de los grupos radicales", informó la agencia oficial iraní Irna.
En su discurso, Netanyahu dijo que si se firma el acuerdo Irán será más peligroso que el Estado Islámico (EI) -con quien solo compite por el dominio del islamismo radical-, porque puede "entrar pronto en posesión de misiles balísticos intercontinentales y bombas nucleares", y el EI no.
La primera "concesión" fatal del acuerdo, según Netanyahu, es que dejará intacta la "vasta infraestructura nuclear" iraní, lo que le permitirá a Teherán, en su momento, acumular a gran velocidad plutonio suficiente para construir una bomba atómica.
Peor aún será, agregó, la "segunda concesión", que pondrá fin a toda restricción al programa nuclear después de diez años, porque le permitirá a Teherán "llegar a la bomba sin romper el acuerdo" al fin de ese plazo.
"Si derrotamos al EI y permitimos que Irán tenga armas nucleares ganaremos la batalla pero perderemos la guerra", aseguró.
El premier israelí, que enfrenta reñidas elecciones en su país el 17 de marzo y puso su oposición a las negociaciones sobre el plan nuclear iraní del gobierno del presidente Barack Obama en el centro de su campaña, pronunció su discurso a las 11:00, lo que lo colocó en los televisores israelíes a las 17:00.
En coincidencia con el discurso en Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunió hoy en la ciudad suiza de Montreux con el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, para tratar de acercar posiciones antes del la fecha límite del 31 de marzo para alcanzar un acuerdo con Teherán.
El acuerdo con Irán es uno de los logros que quiere obtener Barack Obama para cerrar sus dos presidencias con un triunfo resonante en el plano internacional, después de conversaciones que se vienen estirando desde noviembre de 2013.
El acuerdo que se está negociando en Montreux busca restringir las actividades nucleares de Irán para garantizar que no utilice su programa para desarrollar armas atómicas, a cambio de un alivio progresivo de las sanciones impuestas a la república islámica a lo largo de 12 años de diferendo. En el controvertido discurso, ante un Capitolio al que fue invitado por el presidente de la Cámara de representantes, el republicano John Boehner, un encendido "Bibi" (como lo conocen los isrelíes) comparó al gobierno de Irán con los nazis. Boehmer irritó a Obama con su gestión efectuada a espaldas de la Casa Blanca.