Una joven de 26 años fue encontrada asesinada de cinco puñaladas en su casa, en la zona de Villa Industriales, en el partido bonaerense de
La Matanza y se investiga si se trató en el marco de un robo.
El hecho se produjo ayer en una vivienda de esa zona de la localidad de La Tablada, en el sudoeste del Gran
Buenos Aires, y la víctima se llamaba Yanina Ponce Tello.
La joven recibió dos puñaladas en las piernas, otras dos en el pecho, y una quinta en el cuello.
La Policía no descartaba el robo, ya que a la víctima le faltaba el celular y una computadora portátil, pero no se descartaba tampoco que el hecho haya sido cometido por un conocido e incluso un familiar de la víctima.
El caso fue denunciado por un hermano de la mujer, que aseguró que llegó al domicilio y encontró a la víctima ultimada de varias puñaladas en la cocina de la casa.
A la Policía le llamó la atención que los accesos a la casa, que tiene en el frente un paredón de tres metros de altura, se encontraban cerrados con llave y por eso sospechan que se trataría de un conocido de la familia. Otro elemento que tienen en cuenta los investigadores es la saña empleada en el crimen, lo que le podría darle algún tinte personal al hecho.
Una joven de 26 años fue encontrada asesinada de cinco puñaladas en su casa, en la zona de Villa Industriales, en el partido bonaerense de
La Matanza y se investiga si se trató en el marco de un robo.
El hecho se produjo ayer en una vivienda de esa zona de la localidad de La Tablada, en el sudoeste del Gran
Buenos Aires, y la víctima se llamaba Yanina Ponce Tello.
La joven recibió dos puñaladas en las piernas, otras dos en el pecho, y una quinta en el cuello.
La Policía no descartaba el robo, ya que a la víctima le faltaba el celular y una computadora portátil, pero no se descartaba tampoco que el hecho haya sido cometido por un conocido e incluso un familiar de la víctima.
El caso fue denunciado por un hermano de la mujer, que aseguró que llegó al domicilio y encontró a la víctima ultimada de varias puñaladas en la cocina de la casa.
A la Policía le llamó la atención que los accesos a la casa, que tiene en el frente un paredón de tres metros de altura, se encontraban cerrados con llave y por eso sospechan que se trataría de un conocido de la familia. Otro elemento que tienen en cuenta los investigadores es la saña empleada en el crimen, lo que le podría darle algún tinte personal al hecho.