Una nueva serie de agresiones con arma blanca en
Jerusalén dejó ayer dos jóvenes atacantes muertos y una mujer herida por disparos, tras apuñalar a policías y a jóvenes judíos, en un contexto de imparable escalada de violencia.
Los tres ataques cometidos ayer contra un policía cerca de la Ciudad Vieja, en una colonia israelí de Jerusalén Este, y en el límite de Jerusalén Este y Oeste, elevan a 18 el número de agresiones con arma blanca contra israelíes desde el 3 de octubre.
Estos ataques cometidos en su mayoría por palestinos, sin aparente coordinación, han dejado en total dos muertos y más de una veintena de heridos. Nueve de los agresores fueron abatidos.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó ayer que su país superará esta oleada de ataques.
"El terrorismo no nos vencerá", dijo al iniciarse una nueva sesión del parlamento hebreo.
Los ataques con cuchillo son una de las principales formas de violencia de la actual escalada de enfrentamientos en Jerusalén,
Cisjordania y la
Franja de Gaza, que comenzó a principios de octubre, cuando presuntos miembros de Hamas mataron a tiros a una pareja de colonos judíos en Cisjordania, en presencia de sus hijos.
Ello fue el punto de partida de sucesivos enfrentamientos y disturbios entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén Este y los Territorios Palestinos.
La tensión es tal que crece cada día el riesgo de que se produzca una masiva revuelta palestina, bajo forma de una tercera intifada. Además, se reaviva el temor a los atentados con bomba que durante la segunda intifada (2000-2005) sembraron el terror entre la población israelí.
Sin embargo, el ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riad al Malki, consideró ayer "prematuro" calificar de tercera intifada la actual oleada de violencia en Israel y en los Territorios Palestinos, y opinó que todavía se puede controlar la situación. "Es prematuro hablar en esos términos. Creo que sigue existiendo una posibilidad de controlar la situación, si Netanyahu colabora", declaró Malki a la prensa en Viena.
La serie de ataques de ayer se suma a otra agresión en la noche del domingo en el kibutz de Gan Shmuel, en el norte, donde un árabe-israelí de 20 años apuñaló a dos soldados y dos civiles israelíes tras atropellarlos con su vehículo.
Una nueva serie de agresiones con arma blanca en
Jerusalén dejó ayer dos jóvenes atacantes muertos y una mujer herida por disparos, tras apuñalar a policías y a jóvenes judíos, en un contexto de imparable escalada de violencia.
Los tres ataques cometidos ayer contra un policía cerca de la Ciudad Vieja, en una colonia israelí de Jerusalén Este, y en el límite de Jerusalén Este y Oeste, elevan a 18 el número de agresiones con arma blanca contra israelíes desde el 3 de octubre.
Estos ataques cometidos en su mayoría por palestinos, sin aparente coordinación, han dejado en total dos muertos y más de una veintena de heridos. Nueve de los agresores fueron abatidos.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó ayer que su país superará esta oleada de ataques.
"El terrorismo no nos vencerá", dijo al iniciarse una nueva sesión del parlamento hebreo.
Los ataques con cuchillo son una de las principales formas de violencia de la actual escalada de enfrentamientos en Jerusalén,
Cisjordania y la
Franja de Gaza, que comenzó a principios de octubre, cuando presuntos miembros de Hamas mataron a tiros a una pareja de colonos judíos en Cisjordania, en presencia de sus hijos.
Ello fue el punto de partida de sucesivos enfrentamientos y disturbios entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén Este y los Territorios Palestinos.
La tensión es tal que crece cada día el riesgo de que se produzca una masiva revuelta palestina, bajo forma de una tercera intifada. Además, se reaviva el temor a los atentados con bomba que durante la segunda intifada (2000-2005) sembraron el terror entre la población israelí.
Sin embargo, el ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riad al Malki, consideró ayer "prematuro" calificar de tercera intifada la actual oleada de violencia en Israel y en los Territorios Palestinos, y opinó que todavía se puede controlar la situación. "Es prematuro hablar en esos términos. Creo que sigue existiendo una posibilidad de controlar la situación, si Netanyahu colabora", declaró Malki a la prensa en Viena.
La serie de ataques de ayer se suma a otra agresión en la noche del domingo en el kibutz de Gan Shmuel, en el norte, donde un árabe-israelí de 20 años apuñaló a dos soldados y dos civiles israelíes tras atropellarlos con su vehículo.