Fue un partido para el infarto. Gimnasia metió cuatro tiros en los palos -sí, leyó bien, cuatro-, pero no pudo empatar. A pesar de no haber jugado bien, el equipo "albiceleste" cayó anoche en manos de Instituto de Córdoba por dos a uno y se fue masticando bronca del estadio "23 de Agosto". De esta manera, además, dejó un invicto de 20 fechas sin derrotas en Jujuy.
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Fue un partido para el infarto. Gimnasia metió cuatro tiros en los palos -sí, leyó bien, cuatro-, pero no pudo empatar. A pesar de no haber jugado bien, el equipo "albiceleste" cayó anoche en manos de Instituto de Córdoba por dos a uno y se fue masticando bronca del estadio "23 de Agosto". De esta manera, además, dejó un invicto de 20 fechas sin derrotas en Jujuy.
En el arranque, Martín Abraham tuvo dos chances para abrir el marcador, pero el arquero Barucco ganó en el mano a mano y luego su tiro cruzado pasó apenas desviado.
Pero en la primera llegada de la "gloria", Diego López no cerró a tiempo, hubo un rebote y como un fantasma apareció Marcos Aguirre para abrir la cuenta.
Luego el "lobo" fue al frente, algo que lo caracteriza, pero la alarmante falta de ideas se agudizó a medida que pasaron los minutos. Los centros fueron una constante y terminaron siempre en la cabeza de los marcadores centrales rivales.
Sobre el cierre, nuevamente el "Uno" cordobés evitó un tanto de Abraham, que había aparecido por el primer palo sin marcas.
En el complemento fue ver la misma película. Y al igual que en el etapa inicial, Instituto acertó en su primera aproximación. Javier Velázquez fue el verdugo con un cabezazo soberbio.
Si bien Gimnasia pudo descontar también con un frentazo del ingresado Federico Haberkorn, después le costó ir con criterio.
De todas formas, con más corazón que ideas, arrinconó a Instituto en su campo. Pero estaba claro que la pelota no quería entrar. Abraham antes de dejar el campo, López en dos oportunidades y "Pipo" Desvaux reventaron los palos. Una y otra vez, la fortuna le guiñó el ojo a los dirigidos por "Miliki" Jiménez, que venían de capa caída y que ahora consiguieron un triunfo valioso. Se festejó largo y tendido. La otra cara de la moneda fue Gimnasia, que volvió a perder y sabe que debe mejorar para ser el de antes.