En una reacción increíble, Independiente le ganó sobre la hora a Olimpo. Fue 2 a 1 en el estadio "Roberto Carminatti".
Fue para el infarto. La dinámica de los bahienses se apoya, en esta nueva temporada, en Mauricio Cuero y Leonardo Gil, junto al buen pie de Jonathan Blanco y David Vega.
Lo del "rojo", en cambio, pasa por la impronta de su técnico, que va cambiando esquemas de acuerdo con los rivales, siempre sobre la referencia de la tenencia, metros más o metros menos del arco rival.
Pero todas las intenciones necesitan, además del apoyo de los resultados, del convencimiento de los intérpretes, algo que no parece ser un bien incorporado en los jugadores de Independiente.
Apenas iniciado el segundo tiempo el colombiano Mauricio Cuero ingresó al área "roja" y fue derribado por el "Ruso" Rodríguez, lo que derivó en un tiro penal que con su natural parsimonia y efectividad convirtió Blanco.
Olimpo pudo ampliar la ventaja, pero le faltó el toque final y eso dejó en el camino su chance de victoria.
Y cuando se aproximaba la media hora del período final, todo se le derrumbó al "aurinegro", ya que Blanco se fue expulsado y esto, además de quebrar el andamiaje futbolístico de mitad de cancha, resquebrajó la moral del equipo y, por contrapartida, solidificó la de su rival.
Así las cosas, Independiente se animó a buscar la paridad empujado en la supremacía numérica, hasta que finalmente consiguió el objetivo a tres minutos del final por intermedio de Sebastián Penco, en su primera anotación con el "rojo" en la A.
Y cuando parecía que todo iba a quedar en eso, por enésima vez llegó al fondo Federico Mancuello y quiso poner un centro rasante que se le coló en el segundo palo a Nereo Champagne.
Iban dos minutos de descuento y la historia cambió de dueño impensadamente, justo en el partido previo al clásico con Racing en el "Libertadores de América".
En una reacción increíble, Independiente le ganó sobre la hora a Olimpo. Fue 2 a 1 en el estadio "Roberto Carminatti".
Fue para el infarto. La dinámica de los bahienses se apoya, en esta nueva temporada, en Mauricio Cuero y Leonardo Gil, junto al buen pie de Jonathan Blanco y David Vega.
Lo del "rojo", en cambio, pasa por la impronta de su técnico, que va cambiando esquemas de acuerdo con los rivales, siempre sobre la referencia de la tenencia, metros más o metros menos del arco rival.
Pero todas las intenciones necesitan, además del apoyo de los resultados, del convencimiento de los intérpretes, algo que no parece ser un bien incorporado en los jugadores de Independiente.
Apenas iniciado el segundo tiempo el colombiano Mauricio Cuero ingresó al área "roja" y fue derribado por el "Ruso" Rodríguez, lo que derivó en un tiro penal que con su natural parsimonia y efectividad convirtió Blanco.
Olimpo pudo ampliar la ventaja, pero le faltó el toque final y eso dejó en el camino su chance de victoria.
Y cuando se aproximaba la media hora del período final, todo se le derrumbó al "aurinegro", ya que Blanco se fue expulsado y esto, además de quebrar el andamiaje futbolístico de mitad de cancha, resquebrajó la moral del equipo y, por contrapartida, solidificó la de su rival.
Así las cosas, Independiente se animó a buscar la paridad empujado en la supremacía numérica, hasta que finalmente consiguió el objetivo a tres minutos del final por intermedio de Sebastián Penco, en su primera anotación con el "rojo" en la A.
Y cuando parecía que todo iba a quedar en eso, por enésima vez llegó al fondo Federico Mancuello y quiso poner un centro rasante que se le coló en el segundo palo a Nereo Champagne.
Iban dos minutos de descuento y la historia cambió de dueño impensadamente, justo en el partido previo al clásico con Racing en el "Libertadores de América".