Tres hombres armados ingresaron a robar a una sala velatoria de la localidad santafesina de Pujato, donde amenazaron a los presentes, los hicieron tirar al piso y exigieron dinero, pero al llegar al sector donde se encontraba el féretro, decidieron huir sin llevarse nada, tras admitir que se habían equivocado.
El hecho se produjo el sábado último por la noche, aunque trascendió ayer, en la sala velatoria de la firma Notuel de Pujato, 40 kilómetros al sudoeste de Rosario, donde familiares y amigos velaban a una anciana de 92 años. Una de las mujeres que estaba presente aseguró que "los asaltantes se equivocaron, creyeron que era una fiesta".
Otros testimonios coincidieron en señalar que se trataba de tres hombres armados, mientras otro cómplice permaneció en la puerta.
Los tres que ingresaron a la sala encañonaron a uno de los presentes, mientras obligaban a otros a tirarse al piso boca abajo.
En medio de la sorpresa y los gritos que generó la inesperada situación, al menos uno de los ladrones pasó al salón donde se encontraba el cuerpo de la anciana fallecida. Allí, uno de los hombres les pidió que se fueran porque era un velatorio.
"Nos equivocamos", dijo uno de los delincuentes, cuando estaba con el arma en la mano delante del ataúd, recordó la hija de la anciana, en diálogo con una radio de Rosario.
Los testigos directos señalaron a la prensa que el grupo de ladrones huyó sin concretar el robo ni lastimar a ninguno de los asistentes.
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Tres hombres armados ingresaron a robar a una sala velatoria de la localidad santafesina de Pujato, donde amenazaron a los presentes, los hicieron tirar al piso y exigieron dinero, pero al llegar al sector donde se encontraba el féretro, decidieron huir sin llevarse nada, tras admitir que se habían equivocado.
El hecho se produjo el sábado último por la noche, aunque trascendió ayer, en la sala velatoria de la firma Notuel de Pujato, 40 kilómetros al sudoeste de Rosario, donde familiares y amigos velaban a una anciana de 92 años. Una de las mujeres que estaba presente aseguró que "los asaltantes se equivocaron, creyeron que era una fiesta".
Otros testimonios coincidieron en señalar que se trataba de tres hombres armados, mientras otro cómplice permaneció en la puerta.
Los tres que ingresaron a la sala encañonaron a uno de los presentes, mientras obligaban a otros a tirarse al piso boca abajo.
En medio de la sorpresa y los gritos que generó la inesperada situación, al menos uno de los ladrones pasó al salón donde se encontraba el cuerpo de la anciana fallecida. Allí, uno de los hombres les pidió que se fueran porque era un velatorio.
"Nos equivocamos", dijo uno de los delincuentes, cuando estaba con el arma en la mano delante del ataúd, recordó la hija de la anciana, en diálogo con una radio de Rosario.
Los testigos directos señalaron a la prensa que el grupo de ladrones huyó sin concretar el robo ni lastimar a ninguno de los asistentes.
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