Así, antes de que el trato estuviera cerrado, la empresa finlandesa lanzó en febrero los Nokia X, con el objetivo de bajar los costos y hacer pie con teléfonos más económicos en mercados emergentes, como la India.
Los dispositivos utilizaban piezas de código abierto de Android combinadas con aplicaciones y la estética de Windows Phone.
El último móvil de esta línea, el "Nokia X2", fue presentado a fines de junio como un "teléfono económico" cuyo precio de mercado alacanzaba los 134,5 dólares (1094 pesos).
"Nuestro plan es convertir ciertos diseños de Nokia X en productos Lumia con Windows. Esto construirá nuestro éxito en el espacio de los smartphones económicos", sentenció hoy Nadella al comunicar los 18.000 despidos.